A Rosario Central le cuesta jugar bien de visitante y sumar puntos. Perdió de manera inapelable 2-0 frente a un Huracán en crisis. Regaló el primer tiempo. El post clásico le cuesta horrores. Nuevo video en YouTube.
Una cosa es el Central que juega en el Gigante de Arroyito donde conserva un largo invicto de treinta y un partidos y otra muy diferente cuando debe jugar en condición de visitante ya que sólo ganó tres partidos en dicha condición desde principios del 2023 hasta ahora (Huracán en la Liga Profesional, Arsenal por la Copa de la Liga pasada y Newell’s Old Boys hace unos días).
Esta bipolaridad futbolística convierte al Canalla en el Barcelona de Messi jugando de local y al equipo que yo armo para jugar con mis amigos cuando le toca ser visitante. Russo pensó un partido que en la práctica no se dio ya que su mediocampo, más preparado para tocar la pelota que para marcar, fue borrado de la cancha por la movilidad de los jugadores del Globo.
Un ejemplo de ello es Ignacio Pussetto, la gran figura del partido, que no se quedó parado como un delantero sino que retrocedió en reiteradas oportunidades para quedar lejos de Quintana y de Mallo y jugar a las espaldas del doble 5. Este vapuleado Huracán que tiene a Walter Coyette como técnico interino y que no ganaba desde la primera fecha parecía Holanda del 74 con su toque, rotación y movilidad permanentes.
Este encuentro tuvo algunas similitudes con el partido frente a Talleres más allá que en Córdoba la Acadé había jugado muy bien durante los primeros treinta y cinco minutos y acá no. Las coincidencias entre ambos matches pasan por lo negativo ya que Central no tuvo respuestas futbolísticas y anímicas para torcer el rumbo.
Un doble cinco sin marca
La columna vertebral de un equipo de fútbol sigue siendo el arquero, los dos centrales, el mediocampista defensivo y el centrodelantero. En criollo: el arquero (Broun), el 2 (Mallo), el 6 (Quintana), 5 (Mauricio Martínez) y el 9 (Martínez Dupuy). Si ellos no funcionan difícilmente lo pueda hacer el resto del equipo.
Fatu, Mallo y el Pelado aguantaron como pudieron a Huracán, Caramelo estuvo desaparecido en acción y Luca está exceptuado de la crítica ya que no le llegó una sola pelota mientras estuvo en cancha al igual que a Cervera cuando lo reemplazó.
Russo dispone solamente de dos volantes centrales con marca: Kevin Ortíz y Franco Ibarra. Martínez y O’Connor, al igual que el Gomito Gómez, están para acompañar al encargado de destruir el juego de rival ya que no disponen de los recursos necesarios para realizar esa tarea por su cuenta.
Mauricio Martínez y Tomás O’Connor no marcaron a nadie en la mitad de la cancha y cualquier jugador de blanco que se animara a cruzar la línea que divide el campo de juego en dos partes iguales tenía posibilidades reales de quedar mano a mano con Jorge Broun. Hernán De La Fuente, autor del segundo gol (en realidad fue un golazo) puede dar fe de ello…
Miguelo deberá buscar un mediocampo más equilibrado (¿volverá al 4-4-2 de visitante?) donde Ortíz o Ibarra tengan un lugar asegurado ya que no puede prescindir de un volante de marca. Martínez y Tomy estuvieron muy estáticos, lentos e inconexos del resto de las líneas.
Creativos sin juego
Maxi Lovera, Nacho Malcorra y el Bicho Campaz no pudieron hilvanar una jugada decente mientras estuvieron en cancha. Los tres están rindiendo por debajo de sus posibilidades y el colombiano está jugando sin haber realizado la pretemporada lo cual agrava aún más su situación.
Lo de Jaminton es preocupante. Pasó de ser el jugador más determinante de la Copa de la Liga 2023 a no poder superar ni una vez a sus rivales. Es cierto que estos lo conocen más y toman mayores recaudos para contenerlo pero al Bicho no le sale una. Solamente él y el técnico saben si su pronunciado bajón obedece a la falta de pretemporada o si hay algo más dando vueltas.
Malcorra fue el héroe en el triunfo frente a Newell’s pero contra el Globo no pudo hacer nada. Nacho es el generador de fútbol en Central y por eso su tarea es muy importante al igual que el acompañamiento de Lovera. Este bajón tiene que ver con un 2023 lleno de competencia que sobresaturó a los jugadores y el poco descanso que tuvieron a raíz de ello.
Ninguno de ellos tres tuvo la movilidad suficiente para ayudar a contener a los hombres de Huracán, en ningún momento trataron de darles una mano a Caramelo y a O’Connor. El partido se definió en el mediocampo y ninguno de los volantes de Central aprobó el examen.
La derrota duele más por la forma en que se dio que por la derrota en si misma. Miguelo tiene un gran margen de maniobra ya que no es descabellado pensar que usa esta Copa de la Liga para buscar el equipo ideal para afrontar la Copa Libertadores, el gran sueño de Central. Mientras tanto el partido con Vélez ya está encima.
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Fotos: gentileza Prensa Huracán y Prensa Rosario Central.
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