Las circunstancias son más propicias que nunca para que Ángel Di María vuelva a calzarse la camiseta de Rosario Central en este mercado de pases. Sus propiedades se complementan a la perfección en este momento. El Canalla le ofrece un club ordenado y competitivo mientras que Fideo está más vigente que nunca tal como lo demuestra en la selección.
Ángel Di María ya terminó su contrato con el Benfica convirtiéndose en jugador libre (no, no voy a utilizar modismos españoles en un blog argentino como regate, fichaje, mediocentro, agente libre, extremo y todo lo que se te ocurra) y puede elegir su futuro sin ningún tipo de ataduras. En rigor de la verdad, desde enero de este año ya podía decir el club en el cual iba a jugar aunque no lo haya hecho.
El jugador surgido en Rosario Central está viviendo un momento muy especial en su carrera ya que se está despidiendo de la selección nacional en la Copa América que se está jugando en los Estados Unidos luego de defender sus colores durante dieciséis años. Fideo quiere retirarse estando en la cresta de la ola en lugar de exponerse a la posibilidad de un punto final sin honores.
El número 11 está tan vigente que podría jugar en el equipo dirigido por Lionel Scaloni hasta el mundial 2026 inclusive. Y esa vigencia le hará más que bien a Rosario Central en caso de que Di María regrese a Arroyito para desparramar su talento por todas las canchas de la Argentina.
El momento para la vuelta es ahora ya que en el futuro será muy complicado encontrar otra oportunidad tan propicia para que los caminos de Fideo y el Canalla se crucen de nuevo porque ambas partes tienen atributos que les interesan mutuamente para establecer una asociación exitosa.
El club de Arroyito tiene para ofrecerle a Di María orden, competencia, obras en el estadio y haber sido campeón recientemente mientras que Fideo está en la edad justa para regresar como un refuerzo de lujo y no como un ex jugador, lo cual abre un abanico interesante de posibilidades en cuanto a lo económico, lo deportivo y el marketing principalmente.
Di María tiene para brindarle a Rosario Central talento, experiencia europea y una mentalidad fuerte y ganadora como pocas veces se vio, su ejemplo de resiliencia es digno de destacarse. Su arribo a Arroyito obligará a la comisión directiva encabezada por Gonzalo Belloso a traer jugadores de cierto nivel para jerarquizar al plantel y seguir peleando por cosas importantes.
Otro aspecto para destacar es que el tiempo que Angelito decida jugar en el Canalla tendrá un efecto colateral inimaginado hasta hace un tiempo atrás: será ovacionado en todas las canchas del país ya que los hinchas de los equipos contrarios no tienen rencores de ningún tipo con Fideo. La oportunidad para volver es ahora y Di María y Central pueden entregarles a los hinchas un The last dance inolvidable…
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Fotos: gentileza Prensa Selección Argentina
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