Un encuentro definitorio por la Copa Sudamericana 2005 donde Newell’s tenía mejor equipo que Central. Se jugó en el Gigante de Arroyito, ganó el Canalla 1-0 con gol de Germán Rivarola pero todos recuerdan las salvadas de Ronald Raldes y de Juan Marcelo Ojeda.
La serie por la primera fase de la Copa Sudamericana 2005 los puso nuevamente frente a frente en el plano internacional tal como había sucedido en la Copa Libertadores 1975 cuando el club de Arroyito se quedó con el desempate que dirimió el primer lugar de su grupo ya que sólo clasificaba a las semifinales el primero de cada zona. El resultado fue 1-0 con gol de Mario Alberto Kempes.
Las posiciones finales en la temporada 2004-2005 habían determinado que debían eliminarse entre ellos y que el Canalla definiría la serie en su casa ya que Rosario Central había terminado tercero en la tabla general y Newell’s Old Boys en el quinto puesto pese a haber sido campeón del torneo Apertura 2004.
El partido jugado en el Coloso Marcelo Bielsa culminó con un empate 0-0 que no les servía a ninguno de los dos y por lo tanto todo se definía en el Gigante de Arroyito donde Newell’s tenía ventaja ya que si registraba un empate con goles pasaba la Lepra porque el gol de visitante valía doble.
Central debía ganar el partido sí o sí para avanzar mientras que el empate en cero mandaba la serie a la definición por tiros desde el punto de penal. El equipo dirigido por Ariel Cuffaro Russo estaba entre la espada y la pared ya que no había podido hacer goles en el encuentro jugado en el parque Independencia.
Un gol definitorio
El Canalla tenía la obligación de ganar para pasar de ronda y por ello se dio un partido donde el local buscaba acercarse al arco de Justo Villar pero no lograba crear situaciones claras mientras que Newell’s tuvo un par de chances a su favor. La jugada más peligrosa del equipo de Cuffaro Russo fue un remate de Pablo Vitti entrando por derecha que el arquero rojinegro mandó al córner con esfuerzo.
A los 45 minutos de la etapa inicial el árbitro Horacio Elizondo cobró una falta a Vitti sobre el lateral derecho. Toque rápido y corto de Andrés Díaz para Paulo Ferrari, centro del capitán al corazón del área, Marco Ruben se desmarca y peina la bocha hacia el segundo palo por donde entra Germán Rivarola y le pega de volea colocando la pelota por encima del esfuerzo de Villar. Central se ponía 1-0, abría el partido y le pasaba toda la responsabilidad a Newell’s.
El tanto llegó producto de una jugada preparada ya que, en lugar de mandar directamente el centro al área, Central hizo un movimiento más con un toque corto de Díaz para el Loncho (estaba increíblemente solo) para desconcertar a la defensa de la Lepra mientras Ruben retrocedía y quedaba sin marca en el punto del penal pudiendo cabecear la pelota con total tranquilidad para que Pirulo pase a la historia grande auriazul.
La Acadé había conseguido una ventaja tranquilizadora pero no debía descuidarse ya que un gol de su archirrival en el segundo tiempo lo dejaba afuera de la Copa Sudamericana. El equipo de Ariel Cuffaro Russo debía resistir los embates rojinegros a como diera lugar.
Tres salvadas tres
En esa noche del 29 de agosto del 2005 ocurrieron tres milagros en el área defendida por el equipo auriazul. Y los mismos estuvieron a cargo de distintos jugadores. Los protagonistas fueron Ronald Raldes, Germán Rivarola y Juan Marcelo Ojeda. Ganar sin sufrimiento no tiene el mismo valor y vaya que Central sufrió en ese partido…
En la primera etapa fue el turno de Raldes, un zaguero central muy fuerte, con buena técnica y velocidad que pasó a la historia en un segundo. Ignacio Scocco lo había superado con un sombrero tras recibir un pase de taco de Santiago Silva y definió por arriba del arquero Ojeda. Ronald no se lamentó y siguió corriendo hacia su arco para saltar y sacar la pelota en la línea cuando Nacho ya estaba festejando a cuenta…
Germán Rivarola no sólo fue el héroe por haber marcado el gol del triunfo sino también por haber evitado el empate de la Lepra tras colocarse en el pelotón de fusilamiento ante el tiro a quemarropa de Luciano Vella desde el punto del penal. Pirulo se interpuso (fue penalazo del número 13) para evitar que el disparo del jugador de Newell’s se transforme en el gol que le daba la clasificación a su equipo.
El tercer milagro tuvo lugar en el descuento del partido y el protagonista fue Juan Marcelo Ojeda. El arquero auriazul estaba muy tapado ante el tiro de Fernando Belluschi que Santiago Silva había desviado de taco para engañar al portero pero la pelota quedó entre las piernas del guardameta canalla ante la angustia de la parcialidad local y el lamento de los rojinegros ya que no hubo tiempo para más.
En la previa de este encuentro la Lepra llegaba mejor que el Canalla ya que su plantel era de mayor jerarquía pero no pudo hacer valer la misma en ninguno de los dos encuentros de la serie. Central emparejó ambos partidos con inteligencia táctica y una voluntad enorme para no ser superado por su rival. Como dice Miguel Ángel Russo: «a los clásicos se los gana, no se los juega.»
Fotos: gentileza Prensa Rosario Central
Descubre más desde El diario de Central
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.