El Canalla había regresado de la Primera B en 1985 y su objetivo era consolidarse y mantenerse en la máxima categoría del fútbol argentino pero el ojo clínico y la sabiduría de don Ángel crearon un equipo que quedó grabado a fuego en la mente de los hinchas. Central le ganó el título por tan sólo un punto a Newell’s Old Boys.
Se cumplen treinta y siete años del campeonato logrado por Rosario Central en la cancha de Temperley un 2 de mayo de 1987. Dicho logro tiene dos particularidades. La primera es que es el único torneo ganado por la Acadé jugado a dos ruedas todos contra todos y la segunda singularidad es que fue el primer equipo en la Argentina en salir campeón de manera consecutiva en la B y en la A.
Pedro Marchetta había armado un equipo inmortal que ganó el torneo de la Primera B en 1985 con once puntos de ventaja sobre San Miguel al cual habían apodado Los pitufos por la baja estatura de algunos de sus integrantes como (de pie, señoras y señores) Omar Arnaldo Palma, jugador clave para conseguir el ascenso.
Central tuvo más de seis meses de descanso en los cuales se hizo cargo del equipo el eterno Ángel Canalla. Sí, don Ángel Tulio Zof volvía a al club de sus amores luego de cuatro años de ausencia y su objetivo era armar un equipo para consolidarse en primera sin sufrimientos. Su ojo clínico lo llevaron por todo el país buscando jugadores que se adapten a su estilo de juego.
Trajo a Osvaldo Escudero (jugador de la selección sub 20 campeona del mundo en 1979 con D10S como estandarte), fue a Córdoba a buscar al Pato Gasparini que ya le había complicado la vida en la final del Nacional 80 y no dudó en traer a un joven y prometedor arquero que jugaba en Deportivo Italiano y que más tarde llegaría al seleccionado nacional, el doctor Alejandro Lanari.
También le pidió al escribano Vesco que compre de nuevo al Patón Bauza (este es su merecido homenaje), le cambió el puesto a Hernán Díaz ya que pasó de ser un clásico 8 a un marcador de punta muy fuerte en la marca y con una gran visión ofensiva y subió a dos pibes que se transformarían en jugadores decisivos para la obtención del título: Fabián Lanzidei y Hugo Galloni.
La frutilla del postre hubiese sido para este escriba sumar al inmenso Ubaldo Matildo Fillol pero a último momento firmó con Racing. El Pato fue el arquero de la selección argentina campeona del mundial 78 pero también participó en los mundiales de Alemania 74 y de España 82. Carlos Salvador Bilardo lo había dejado fuera de la lista final de México 86 cuando coqueteaba con Central.
El punto de quiebre en ese campeonato fue la goleada que recibió el Canalla en la Bombonera frente a Boca Juniors. Central jugó un partidazo pero cayó por 4-1 ante el Boca de César Luis Menotti tras ir ganando 1-0. Faltaban diez fechas y los medios de la época comenzaron a cuestionar a un equipo que peleaba palmo a palmo por el título junto a Newell’s Old Boys, Independiente, el mismo Boca, Racing, Ferro Carril Oeste y San Lorenzo.
Me voy tranquilo pese a perder de este modo porque si seguimos jugando tal como lo hicimos en el primer tiempo contra Boca entonces somos campeones.
Ángel Tulio Zof a sus jugadores luego de perder 4-1 con Boca
A partir de ese momento el Canalla no perdió ningún partido más consiguiendo seis triunfos (Vélez Sarsfield, Racing, Talleres, Gimnasia y Esgrima La Plata, Argentinos Juniors y Unión) y tres empates (Platense, Ferro y Temperley) que lo catapultaron a la obtención del título por apenas un punto sobre su archirrival, Newell’s Old Boys.
La epopeya de Central quedó reflejada en haberle ganado el título a Newell’s Old Boys y en ser el primer club de la Argentina en salir campeón en la B y en la A de manera consecutiva. Sí, el Ángel Canalla obró un milagro más y el pueblo auriazul no lo olvida.
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Fotos: gentileza Prensa Rosario Central
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