El equipo de Matías Lequi jugó un gran encuentro y pulverizó a Vélez Sarsfield con un 3-0 incuestionable. Malcorra y Quintana fueron las figuras. Gran planteo del entrenador.
Rosario Central necesitaba enderezar el rumbo luego de la paupérrima actuación contra Platense. En el medio hubo una charla entre el presidente, el cuerpo técnico y los representantes del plantel para analizar el porqué de este presente tan escuálido para el Canalla ya que durante toda la temporada 2024 no alcanzó ningún objetivo de los trazados a principios de año.
Matías Lequi debió realizar cinco modificaciones respecto al once inicial que jugó en Vicente López frente al Calamar debido a las lesiones de Mauricio Martínez y Jaminton Campaz (entraron Kevin Ortíz y Maximiliano Lovera por ellos dos), los regresos de Emanuel Coronel y Carlos Quintana y el cambio táctico de Lautaro Giaccone por Yonny Gómez.
El técnico pensó un partido con presión muy alta por parte de su doble cinco y Kevin Ortíz y Franco Ibarra cumplieron con creces su misión ya que rompieron el circuito futbolístico del equipo de Liniers quedando Brian Romero totalmente aislado de sus compañeros y muy bien absorbido por la marca del Pelado Quintana, una de las grandes figuras del partido.
Todo lo que transmite Quintana va más allá de su rendimiento ya que les da una seguridad a sus compañeros que sus reemplazantes no pueden transmitir. Carlos es un gran baluarte emocional para este equipo y su sola presencia cambió el ánimo del resto de los defensores. Central tuvo grandes momentos de desconcentración frente a Boca Juniors, Talleres y Platense cuando el experimentada zaguero no estuvo. Volvió él y el Canalla jugó concentrado y con los dientes apretados durante todo el doparti.
Emanuel Coronel también volvió con todo ya que demostró, una vez más, estar a años luz del rendimiento del Gitano Martínez. Fue una pieza muy importante tanto en defensa como en ataque abriendo un surco por el lateral derecho. Gusa Sández hizo lo mismo por el otro ya que contó con el inestimable aporte del Lord en materia defensiva.
Ignacio Malcorra fue la gran figura del partido por escándalo. Jugó por la banda izquierda para que Maxi Lovera juegue por el centro, armó todo el juego de Central y fue una pesadilla para Joaquín García e hizo expulsar correctamente a Damián Fernández en la jugada del penal que cambió el partido. Un escándalo el partido de Nacho con gol y asistencia incluida para que Sández meta el segundo gol de la noche. Jugó, corrió, metió y pensó los noventa minutos.
La Acadé jugó el mejor partido del año superando otras buenas actuaciones como la que tuvo con el Mineiro en el Arena do Galo. Esa noche perdió debido a las desconcentraciones que este equipo vine padeciendo de manera casi habitual pero que en el partido frente a Vélez brillaron por su ausencia. Central ganó y se acercó a los puestos de clasificación a las copas. Por ahora solo siete puntos lo separan de Huracán, el último clasificado, con treinta y tres unidades en disputa. Para reafirmar esta actuación ahora deberá a comenzar a sumar de visitante y seguir escalando posiciones. ¿Podrá?
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Fotos: gentileza Prensa Rosario Central
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