Rosario Central tiene un flojo inicio de campeonato donde las razones son varias. Russo tiene los suficientes conocimientos y recursos para lograr sacar al Canalla de esta incómoda posición. No sería de extrañar un nuevo sistema táctico. El rol de los refuerzos. El objetivo es la Copa Libertadores.
El cachetazo en el Kempes fue fortísimo ya que el Canalla fue una sombra del equipo que salió campeón en Santiago del Estero hace menos de dos meses. Un 4-1 en contra nos exime de mayores comentarios más allá que hubo una jugada que sentenció el partido frente a Talleres y de la cual Central no se pudo recuperar jamás aunque quedarse sólo con eso es un tanto infantil. La falta sobre Mallo existió pero el gol fue cobrado y el Canalla falló en sus respuestas anímicas, físicas y futbolísticas para revertir la situación
En la previa del partido con Talleres, al momento de anunciarse la formación auriazul, se conoció que Alan Rodríguez ocuparía un lugar en la defensa para correr a Agustín Sandez al medio y jugar con cinco defensores, algo que en la práctica nunca sucedió hasta que fue demasiado tarde ya que la Acadé se paró de forma permanente con sólo tres defensores para que Ocampo y Coyote puedan volantear y sumarse a la ofensiva.
Justamente en ataque se vio lo mejor de Rosario Central en el campeonato en esos primeros treinta y cinco minutos que convirtieron a Guido Herrera en la figura de la T (los jugadores del Canalla fallaron en la definición de manera alarmante más allá de los méritos del arquero cordobés para mantener su arco a salvo) pero en defensa hizo agua por todos lados perdiendo el orden que le había impuesto Miguel, una de las grandes características del Central campeón del 2023.
La caída en el rendimiento de algunos jugadores (¿será el efecto post título?) sumados a un menor tiempo de descanso que el resto de los planteles precipitaron esta merma colectiva que Russo deberá resolver más temprano que tarde pensando en el comienzo de la Copa Libertadores ya que el Canalla pretende ser animador del torneo continental.
Miguel sabe mejor que nadie que a Central (o a cualquier otro equipo del interior que haya salido campeón) le será muy difícil volver a pelear un torneo doméstico en el 2024 y por eso está pensando en hacer un buen papel en la Copa Libertadores. Para ello no se descartan retoques en el equipo que incluyan un nuevo sistema táctico y poner algunos de los refuerzos en la formación titular.
Russo, un auténtico prócer canalla
La historia de Miguel Ángel Russo es conocida por todo el pueblo Canalla al igual que su identificación con Estudiantes de La Plata, el club que lo formó en su adolescencia y juventud. Se enamoró de Central en 1998 luego del recordado clásico que su equipo le ganó por 4-0 a Newell’s en el viejo Gigante de Arroyito (¿querés saber la razón por la cual la Acadé duplicó su ventaja sobre la Lepra en apenas diez años? Leé esta nota).
José Herrera fingió en ese partido una lesión para dejar a su equipo en inferioridad numérica y obligar al árbitro Roberto Ruscio a dar por terminado el match cuando aún quedaban 25 minutos para el final. Ese fue el momento exacto donde nació el romance eterno entre el Canalla y Miguelo que luego escribiría miles de capítulos más al punto de convertirse casi en una leyenda como Ángel Tulio Zof.
Y eso que al Canalla lo dirigieron hombres como Ángel Labruna (campeón en el Nacional 71), Carlos Timoteo Griguol (campeón en el Nacional 73) y Miguel Ignomiriello antes que ellos. El dato en común entre todos ellos es que vinieron de afuera y se enamoraron de Central. Y Miguelito no fue la excepción…
Lo único que le faltaba a Russo era salir campeón con el club que aprendió a amar de grande. Recién pudo lograrlo el 16 de diciembre de 2023, justo veinticinco años después de recalar en el club de Arroyito. Con semejantes espaldas Miguel tiene el derecho de buscar soluciones para el equipo de manera tranquila y sin presiones. Está bien que los hinchas hayan mostrado su enojo después del partido con Talleres porque eso indica que quieren seguir ganando pero nada más que eso ya que otro reclamo no cabe.
Un gran margen de mejora
Con la incorporación de Emanuel Coronel, Jonatan Gómez, Abel Hernández, Mauricio Martínez, Franco Ibarra y Agustín Bravo Central sumó jerarquía en términos generales. Y lo mejor que pudo pasarle al Canalla es que pudo retener a los jugadores titulares que fueron fundamentales para conseguir el campeonato. A partir de allí se puede comenzar a buscar soluciones.
¿Hay que romper el doble 5? ¿quién será el único volante central: Ortíz, Caramelo o Ibarra? ¿Dónde jugará Tomás O’Connor? ¿Se puede explotar más a Maxi Lovera? ¿Quién será el lateral derecho? ¿Qué pasará con Elías Ocampo? ¿Malcorra está para jugar los 90 minutos? ¿Conviene seguir siendo cautos de visitante? ¿Pondrá dos delanteros? ¿Quienes serían? ¿El mejor sistema táctico es un 4-1-3-2? Las preguntas son muchas y las respuestas solamente las saben Russo y el cuerpo técnico que lo acompaña.
Es evidente que pondrá un sistema táctico que les convenga a los jugadores y que tal vez el equipo siga siendo más cauteloso fuera del Gigante para poder seguir haciendo la media inglesa: empate afuera y asegurar los tres puntos de local. La Acadé no pierde en su cancha desde el 22 de agosto del 2022 cuando cayó por 2-0 frente a Banfield. Y ese largo invicto en casa fue determinante para alejarse del descenso primero y para clasificar a los playoffs de la Copa de Liga 2023.
Está más que claro que Central no puede volver a jugar tal como lo hizo en sus primeras presentaciones en la Copa de la Liga 2024 y que Miguelo tiene la suficiente experiencia y unos sólidos conocimientos para ir probando variantes que le permitan pasar de fase en la Copa Libertadores. El Canalla aún está a tiempo de recuperarse y de seguir peleando cosas importantes desde un lugar al cual llegó sin que nadie le haya regalado nada.
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Fotos: gentileza Prensa Rosario Central
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