Un cambio de horario más que sensato

El partido entre Rosario Central y Atlético Tucumán se retrasa ciento cincuenta minutos y comenzará a las 19:30. Esta modificación se debe a las altas temperaturas que se registran en nuestro país. El ejemplo de San Juan.

Es una verdad de Perogrullo decir que el fútbol argentino está desorganizado desde hace décadas. Tener veintiocho equipos en primera es parte de ese caos ya que al haber más partidos se necesita más tiempo para cumplir con la programación de cada fecha sin olvidar que los horarios están restringidos debido al calor que condiciona los horarios para jugar pese a que varios encuentros arrancan a las cinco de la tarde, una auténtica locura.

La Liga Profesional satura las pantallas de TNT Sports y de ESPN Premium con partidos buscando que el público consuma todos los partidos posibles de cada fecha, un error que no ayuda para mejorar un campeonato muy competitivo como es el argentino pero con una calidad paupérrima. Todo cambiaría si entendieran que los hinchas sólo quieren ver a su equipo y tal vez a su clásico. Así sí podría haber encuentros superpuestos con tres horarios nocturnos: 20, 21 y 22 horas.

Rosario Central tuvo que jugar frente a San Martín de San Juan con 47.9 grados de sensación térmica, una temperatura elevadísima para realizar cualquier tipo de deporte. Ah, el partido se jugó desde las siete de la tarde. Si en la AFA o en la Liga Profesional supieran que mientras más al oeste se desplace una persona más tarde va a anochecer se evitarían papelones innecesarios…

Haber programado el partido entre canallas y decanos a las 17 horas fue una medida poco feliz y totalmente desafortunada por parte de los cráneos que dirigen la Liga Profesional ya que el país está atravesando un tórrido verano con temperaturas superiores a los treinta grados. Y Rosario no es precisamente una ciudad de clima frío…

Jugar a las 17 horas debería estar prohibido desde mediados de octubre hasta el 15 de marzo y los partidos que se jueguen desde el 1 de noviembre hasta el primero de marzo deberían comenzar desde las 20 horas para que el calor no condicione a los protagonistas ni les haga pasar un mal rato a quienes van a la cancha. Los horarios deberían pensarse para que no afecten a los jugadores y para el público que concurre a un estadio y no para la televisión.

Muchos clubes no podrían jugar en esos horarios debido a los deficientes sistemas lumínicos que tienen en sus canchas. Sería un inconveniente salvable si la AFA se involucra y ayuda económicamente con créditos blandos a esos clubes para cambiar la iluminación de esos estadios. Para mejorar El producto (Chiqui Tapia dixit) hay que invertir unos mangos

El duelo entre la Acadé y los tucumanos comenzará a las 19:30 tras una corrección sensata por parte de la Liga Profesional ya que el horario original de este partido podía afectar la salud de los jugadores, los árbitros o los hinchas (es tremendo como pega el sol en la platea del río). Es una medida paliativa para un problema que se deberá tratar a la brevedad para evitar problemas en el futuro.

Rosario Central debió jugar en San Juan con 47.9 de sensación térmica a las 7 de la tarde.

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Fotos: gentileza Prensa Rosario Central

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