El Canalla hizo su parte y le ganó 1-0 a Peñarol con gol de Quintana en el Gigante de Arroyito en un partido plagado de incidentes adentro y afuera de la cancha. El equipo de Russo mantuvo siempre el orden. Inesperada baja de Abel Hernández. Gran partido de Ortíz. La palabra de Miguelo.
El equipo dirigido por Miguel Ángel Russo debía sacar ventaja sobre Peñarol en este minitorneo que juegan entre ellos dos donde el premio será acceder a los octavos de final de esta edición del torneo continental. La Acadé y el Manya deberán pelear por el segundo lugar del Grupo G ya que Mineiro jugando en otro nivel pese al cambio de técnico (se fue Luiz Felipe Scolari y lo reemplazó Gabriel Milito) y despachó con un contundente 4-1 a Caracas FC en Venezuela.
Debido a ello es que Rosario Central debe aspirar a ganar todos los partidos que tiene como local, traerse un triunfo de Venezuela y tratar de rescatar un punto con el Mineiro en Belo Horizonte para llegar a la revancha con el Carbonero con el grupo definido o al menos con el Canalla mejor posicionado. A veces importa más ganar que las formas en que se gana…
La victoria ante Peñarol fue más que justa ya que Central buscó desnivelar durante todo el partido mientras que el equipo uruguayo sólo tuvo una chance clara para empatar el partido (Maxi Silvera la mandó por arriba del travesaño increíblemente solo) y jugó claramente a empatar. Central fue un equipo astuto y sacó diferencias con una especialidad de este equipo, la pelota parada.
En un encuentro muy áspero y friccionado Central supo como jugarlo ya que ante la falta de fútbol de alto vuelo (podemos hablar horas y horas sobre jugar vistoso, tener la posesión de la pelota e igualmente jugar mal) salió airoso en base a actitud y amor propio. El Canalla volvió a ser ese equipo duro e incómodo para los rivales que fue en el 2023 y que en esta temporada 2024 estaba ausente sin aviso.
Orden y concentración
Perder al centrodelantero titular en los ejercicios de calentamiento previo al juego es un mazazo para cualquier equipo. El plan diseñado por Russo era con Abel Hernández jugando desde el arranque pero en su lugar debió hacerlo Tobías Cervera, un jugador con unas condiciones totalmente diferentes al uruguayo.
Central, en vez de irse mentalmente del partido, reaccionó favorablemente con este contratiempo y mostró un orden, una actitud y una concentración que le sirvieron para establecer diferencias con su rival que vino a Rosario con la idea de rescatar algún punto. El gol de Carlos Quintana sobre el final del primer tiempo modificó todos los planes ya que obligó a Peñarol a pararse más arriba y a Central a jugar de contra.
Ni siquiera las trifulcas que se armaron durante el partido (se jugó con demasiada pierna fuerte) entre ambos equipos corrió a Central de su eje ya que siguió mostrando un aplomo interesante viendo las circunstancias que rodeaban al encuentro. La concentración fue total durante los noventa minutos del partido.
La palabra de Miguel
Es bueno ganar el primer partido como local. Fue un típico partido de Copa, muy duro, contra un rival difícil. Lo supimos jugar y pudimos arrancar ganando en casa. La clave estuvo en la concentración. Por momentos manejamos la pelota. Nos faltó un poco de precisión yendo para adelante.
Alguien dijo que este grupo es accesible. No es así . Y en la Copa Libertadores cada partido es una historia diferente. La gente de Central tiene muchas cosas para estar contenta y disfrutar de jugar una copa internacional. Esto es un logro de todos. Es una adrenalina distinta porque estamos compitiendo a otro nivel y eso nos tiene que elevar.
Me gustó la concentración y el orden aunque faltó un poco más de precisión de tres cuartos hacia adelante. Es bueno arrancar ganando pero todavía hay mucho para mejorar.
Miguel Ángel Russo en conferencia de prensa
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Fotos: gentileza Prensa Rosario Central
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