El Flaco fue un entrenador que no sólo era muy hábil declarando, sino que su mensaje era clarísimo y contundente. Hablaba de fútbol, política, música, cultura y su pelea con Bilardo entre otras cosas. Lo recordamos con variadas menciones a su amado Rosario Central y algunas frases antológicas sobre el deporte más popular del planeta.
La figura de César Luis Menotti se agiganta con el paso de las horas, con los homenajes que se le realizaron en diversos lugares y con las muestras de condolencias llegadas desde todas partes del mundo. Si Mario Alberto Kempes y Ángel Di María son los futbolistas de élite más reconocidos que Rosario Central aportó al mundo del fútbol, entonces el padre del fútbol moderno en nuestro país fue el entrenador con más reconocimiento a nivel mundial que haya parido el Canalla.
La vida de Menotti con la Acadé sólo abarcó unos cinco años de su vida pero él no se olvidó jamás del club de sus amores, aún siendo un ícono del fútbol mundial. Pero el entrenador de la selección argentina que ganó el mundial 78 también fue un tipo de ideas muy claras en todos los aspectos y con un amor por la estética del juego que pocos técnicos sostuvieron a lo largo de su carrera.
No le gustaba ganar jugando de cualquier manera sino que estaba convencido de que el fútbol era un espectáculo y que los equipos debían prepararse de esa manera para brindar un show, nada de pelotazos ni maneras bruscas de anular al contrincante. Todo eso quedó reflejado en algunas frases recopiladas en Los apuntes de Menotti: Central, el fútbol, los dardos a Bilardo, el doble cinco y un largo etcétera.
Las frases del Flaco
Yo nací acá y a Rosario Central lo quiero como a mi vieja.
Una vez jugué para Boca pero abajo tenía la camiseta de Central, metí un golazo de volea de zurda desde afuera del área y fui tapa de El Gráfico. Cuando uno se va de Central siempre debe tener la camiseta con la que jugó por primera vez en el club. Siempre me las llevé en los partidos más chivos como técnico.
Que se va a retirar, Zof nació acá, es de acá, es como yo, esta es su casa. Se retirará del banquito pero seguirá aportándole a los jugadores. Él es patrimonio de Rosario Central.
Cuando empecé en Rosario Central teníamos prohibido gritar un gol de penal, porque un gol de penal lo hace cualquiera.
El doble cinco es una mentira. El supuesto equilibrio exige más jugadores de contención que creativos. La pelota se puede recuperar no por acumulación de efectivos sino desde la recuperación de espacios, como hacía la Holanda de Cruyff.
El gol debe ser un pase a la red.
El fútbol es tan generoso que evitó que Bilardo se dedicara a la medicina.
Central no puede jugar como el culo. No puede ganar de cualquier manera. Cuando la gente canta La Academia, La Academia… Eso no es casualidad. Ese canto tiene un sentido. Lo que no puede perder Central es el honor y la hidalguía.
Con Bilardo nos separa todo. Yo no voy a enemistarme con alguien porque juega con líbero y stopper. Eso es una ridiculez que inventaron ustedes, los periodistas. Si repasan la historia, se darán cuenta de que esto no pasa por el líbero y el stopper…
Yo a Di María lo pongo a la altura de Kempes, Maradona y Messi. Es una enorme alegría que ahora lo reconozcan porque es uno de los mejores jugadores en la historia del fútbol argentino en cuanto a su participación en el mundo del fútbol. Revisen dónde jugó, cómo jugó y pregunten a sus compañeros.
El VAR no pertenece al fútbol, no sirve para nada, es para otro deporte.
No me importa como juegue Central, quiero que gane siempre aunque lo dirija Bilardo.
Se puede perder un partido pero lo que no se puede perder es la dignidad por jugar bien al fútbol.
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Fotos: gentileza Prensa Selección Argentina
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