La estrategia comunicacional de la dirigencia de Rosario Central es muy escueta y la sufren los simpatizantes auriazules. Esto permitió que no se filtren nombres en los mercados de pases aunque también la info oficial es muy poca tal como sucedió en el amistoso contra Colegiales.
Desde el momento en que Gonzalo Belloso se convirtió en presidente de la Acadé cambió la modalidad de comunicación por parte del club ya que se cerró el grifo informativo para evitar que trasciendan jugadores apuntados y para que los representantes no puedan mandarse alguna de sus clásicas avivadas instalando nombres que jamás estuvieron cerca de pisar el césped del Gigante de Arroyito con la camiseta auriazul.
Esta abstinencia de anuncios no quedó solamente circunscripta a los diferentes mercados de pases sino que también se refieren a obras, divisiones inferiores y al plantel de primera. Es decir que se expandió a todo el mundo Rosario Central y eso muestra que es la forma de comunicar que eligió la dirigencia, lo cual es absolutamente respetable por más que los periodistas que cubrimos al Canalla debamos redoblar esfuerzos para conseguir algo y no caer en situaciones imaginarias y/o trascendidos.
Esta suerte de control sobre la info disponible produce malestar en los hinchas ya que por un lado no se entera de todas las cosas buenas que se están haciendo (con darse una vuelta por la Ciudad Deportiva de Granadero Baigorria alcanza para notarlo) mientras que por el otro le exigen a Central que compre como si tuviera la billetera de Bover en sus manos.
El simpatizante auriazul viene de sufrir un 2024 colmado de decepciones y por ello es que no tiene nada de paciencia ni con la dirigencia ni con el primer equipo. Todo se convierte en círculo vicioso del cual cuesta salir. Se llegó a cuestionar la llegada de Juan Manuel Elordi de un modo virulento sin saber siquiera como juega (vamos, ¿quién vio diez partidos del lateral como para formarse una opinión?) y después siguió todo con la aparente falta de refuerzos.
Hace muy poco tiempo atrás pedían perfumina y lavandina en cantidades industriales para que Ariel Holan lleve a cabo la tan mentada limpieza que según ellos necesitaba este plantel. Haga lo que haga la dirigencia siempre habrá opositores que se manifiesten. Es cierto que el club debe aceitar los mecanismos de comunicación con los hinchas pero estos también tienen que moderarse y reclamar cosas realistas.
Está más que claro que el descontento existe y que hay situaciones en las cuales el club puede hacer más a nivel informativo. El partido amistoso frente a Colegiales se jugó a puertas cerradas, con inhibidores de drones en el Gigante de Arroyito (¿exceso de precauciones o paranoia?) y sin presencia por parte de la prensa. Un partido de pretemporada solamente le sirve al cuerpo técnico para ensayar variantes, probar jugadores y darle movilidad a los players para entrar en ritmo.
Aquí no se discute la decisión por demás respetable de Ariel Holan sino que solamente se haya informado de manera muy escueta luego de culminado el encuentro. En la previa no se dieron a conocer la formación del Canalla. La dirigencia de Central viene realizando una gran labor para que la Acadé pueda dar ese paso adelante que le está faltando (los ejemplos a seguir son Estudiantes de La Plata y Vélez Sarsfield) pero hay cosas que debe mejorar de manera urgente como lo es la comunicación con los hinchas.
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Fotos: gentileza Prensa Rosario Central
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