
El arribo de Ángel Di María a la Acadé pone a Central en una situación un tanto inédita ya que ahora formará parte del lote de aspirantes al título desde el inicio mismo del torneo. ¿Fideo podrá absorber esa presión?
La noticia del año en materia futbolística puso todo patas para arriba en el fútbol argentino. El regreso de Angelito al club de sus amores tuvo como efecto colateral (o no tanto, según como quiera mirárselo) una desproporcionada atención para el Canalla desde Buenos Aires y por lo tanto para toda la opinión pública de la Argentina. Es una nueva realidad que al menos por un tiempo rondará el Gigante de Arroyito.
Rosario Central arrancó muy pocas veces a lo largo de su existencia un torneo con chapa de candidato e indefectiblemente siempre ocurrió lo contrario ya que nunca pudo traducir ese rol de aspirante al título en un logro. Cuando obtuvo la Copa de la Liga 2023 recién pudo disfrutar de esa condición en la previa de la final frente a Platense luego de eliminar a River Plate en Córdoba. Ni hablar de sus conquistas anteriores como el Campeonato 86/87 donde venía de ascender el año anterior y la Copa Conmebol 1995 ya que debía remontar un 0-4 en lo que fue una hazaña futbolística de repercusión mundial.
La situación actual es completamente diferente desde que se conoció que Fideo regresaba a la Acadé ya que su sola presencia actúa como un imán para el periodismo Bover debido a todo lo realizado en la selección argentina. Su figura es magnética y atrayente, casi del mismo peso que su talento para jugar al fútbol. Ángel viene a Rosario para reforzar a un buen plantel (puede llegar a ser el mejor regreso de la historia del fútbol argentino) que levantó notablemente su rendimiento bajo la dirección técnica de Ariel Holan y por lo tanto se espera que el mismo se potencie con su llegada.
Convivir con esa presión y ese mote no sólo será inédito para Central sino que no será sencillo sobrellevarlo para el resto del plantel aunque el jugador surgido en El Torito conoce muy bien lo que es convivir con ella. Haber jugado en algunos de los clubes más exigentes del planeta como Benfica, Real Madrid, Manchester United, París Saint-Germain y Juventus otorgan el plus necesario para no quedar paralizado ante ese rótulo.
Ni hablar de su historia con la selección argentina donde dio mil muestras de resiliencia en los dieciséis años que la integró ya que el éxito y el reconocimiento le llegaron luego de haber ganado la Copa América 2021 en el Maracaná ante Brasil con un gol suyo. Fideo puede absorber toda la presión que haya sobre Central y liberar a sus compañeros sin que se le mueva un músculo de la cara.
El equipo de Ariel Holan tuvo un muy buen primer semestre que no pudo coronar pero que tampoco le quita valor a lo realizado hasta aquí. A eso se le suma que por cuarto mercado de pases consecutivo no se desarma el plantel salvo las correcciones necesarias que se van haciendo en cada uno de ellos. En el fútbol raramente dos más dos es cuatro pero esta es la base desde la cual los hinchas se ilusionan y el periodismo presta atención.
No le será fácil a Central sobrellevar la presión de ser candidato por tener entre sus filas a uno de los jugadores más destacados de la historia de la selección argentina pero así como Fideo logró que todas las miradas se posen sobre Arroyito también tiene el antídoto para que esto no afecte a sus compañeros.

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