Rosario Central superó 2-0 a Estudiantes sobre el final del partido. El Pincha fue un rival muy complejo y lleno de mañas. Pésimo arbitraje de Merlos. Quintana fue la figura.
En la previa era un encuentro dificilísimo para Rosario Central que se terminó confirmando apenas comenzó a rodar la pelota en el Gigante de Arroyito. Los dirigidos por Ariel Holan debieron una prueba muy compleja ante un rival que posee uno de los planteles más caros de nuestro país, lo cual no es garantía de nada sino pregúntenle como le fue a Racing con el humilde Platense…
El equipo dirigido por Eduardo Domínguez sacó a relucir lo peor y más cuestionable de la escuela pincharrata: sus jugadores hicieron tiempo desde el comienzo del partido, pegaron con cierta aprobación de Andrés Merlos (sacó amarillas tardíamente) y trataron de ensuciar el desarrollo del mismo. Su único objetivo fue colgarse del travesaño para llegar a los penales. Una pena que un plantel y un técnico muy capaces no hayan estado a la altura del compromiso desde el fairplay.
Defender está bien y es parte de la táctica que diseña cualquier entrenador aunque el rival tiene la obligación de buscar la manera de anularla pero jugar sucio no está para nada bueno. Un solo tiro al arco en todo el partido habla clarísimo de la intenciones del Pincha.
Domínguez sorprendió a todos con su esquema incluido Ariel Holan, tal como lo manifestó en la conferencia de prensa. En lugar de utilizar el 5-4-1 que le viene dando resultado en la Copa Libertadores insistió con el 4-2-3-1 que no le reditúa nada desde la victoria ante River Plate en la octava fecha de la fase de grupos de este torneo.
La Acadé fue paciente y no se desesperó. Lo tuvieron Santi López con un remate que fue directo al cuerpo de Mansilla y Enzo Copetti con un cabezazo desde una inmejorable posición que se fue apenas alto. Central no lograba dar la puntada final y de vez en cuando Estudiantes se aproximaba al área de Broun pero sin producir peligro real.
En el segundo tiempo hubo un momento en el cual Central pareció flaquear y allí estuvo su capitán sin cinta para evitar que caiga. Sí, Carlos Quintana se cargó el equipo al hombro una vez más y les mostró el camino a sus compañeros. La Acadé se recuperó aunque no podía establecer diferencias en el marcador. Hubo un penalazo a Gaspar Duarte que Merlos y el VAR ignoraron olímpicamente.
El Pincha fue cayendo físicamente con el correr de los minutos hasta que apareció el distinto que podía torcer el destino del partido. El centro perfecto de Ignacio Malcorra debe ser contabilizado como una asistencia por los amantes de los números y las estadísticas. Nacho le puso la pelota en la cabeza a Quintana para que fusile a Matías Mansilla y abra el marcador a los 42 minutos del segundo tiempo.
A partir de allí se dio una paradoja ya que Estudiantes fue el equipo beneficiado por Andrés Merlos al adicionar una prórroga de siete minutos. Es increíble que el equipo que hizo tiempo todo el partido pueda llegar al empate en el descuento que ellos mismos provocaron. Era un castigo para Central y un premio inmerecido para el Pincha.
Jaminton Campaz llevó tranquilidad a Arroyito cuando puso el definitivo 2-0. Estudiantes ya estaba entregado e intentó la heroíca pero nunca pudo generarle peligro a Fatu. Central ganó bien, sumó su novena victoria consecutiva en el Gigante de Arroyito y espera por Huracán o Deportivo Riestra. Todo esto era impensado hace seis meses atrás pero Holan tenía un plan y lo está cumpliendo a rajatabla.
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Fotos: gentileza Prensa Rosario Central
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