El equipo alternativo que presentó Ariel Holan fue más que Riestra pero desperdició algunas chances propicia para desnivelar. El plantel trabajará con intensidad para enfrentar a Newell’s Old Boys.
Rosario Central tenía un difícil compromiso contra el equipo dirigido por Cristian Fabbiani ya que Deportivo Riestra detenta un récord de catorce partidos invicto en el estadio Guillermo Laza siendo su última derrota ante el Canalla en mayo del 2024. El Malevo necesitaba ganar para escalar en la tabla de posiciones de la zona B mientras que al muletto de la Acadé le servía el empate para llegar con la moral alta al clásico.
Los primeros quince minutos de Central fueron muy buenos ya que el mediocampo se adueñó del control del partido y creó un par de situaciones que fueron desaprovechas. Riestra comenzó a emparejar el trámite a través de Milton Celiz y allí el encuentro se volvió ordinario donde el local hizo pesar su rigor físico y se comenzó a jugar como quería el Ogro: pelotazo largo para que los jugadores canallas cometan infracciones y apostar a la pelota parada.
En un posteo anterior luego del empate ante San Martín de San Juan escribí sobre los dos aspectos que este Central de Ariel Holan debía corregir rápidamente para no tener problemas en el futuro: el bajo porcentaje de goles convertidos respecto al gran número de ocasiones generadas y la enorme cantidad de faltas cometidas en su propio campo.
Contra Atlético Tucumán no aparecieron estos aspectos negativos pero contra Riestra se cometieron muchísimas faltas que debido a las reducidas dimensiones del campo de juego siempre terminaron en centros al área. Fabbiani no contaba con la gran labor realizada por Juan Cruz Komar y Agustín Bravo que despejaron todo lo que cayó en el área siendo apoyados por Axel Werner que nuevamente cumplió una gran tarea custodiando el arco centralista.
Otra de las características del encuentro fue que era muy difícil desnivelar con gambeta ya que las acotadas dimensiones del campo de juego generaba que los jugadores estuvieran encimados por sus rivales siempre. Si lograban sacarse de encima a un oponente enseguida había dos o tres adversarios para cortarles el paso. ¿Resultado? Un partido chato, trabado y mal jugado desde todo punto de vista.
Central mantuvo cierto orden aunque debió lidiar con el bajo rendimiento de Gaspar Duarte y de Jonatan Gómez en la primera etapa. Lo del Gomito es preocupante ya que un jugador de su calidad y experiencia no puede estar jugando tan mal, ojalá se recupere rápido y pueda aportarle su talento al equipo. Ambos fueron reemplazados en el entretiempo por Lautaro y Santiago López que aportaron más cosas al equipo.
El resultado no está mal teniendo en cuenta que se jugaba en una cancha difícil con un equipo alternativo y con la mente puesta en el clásico. En ese contexto el punto es un buen desenlace para un partido que era la antesala del encuentro más importante para el pueblo Canalla. Ahora a pensar en Newell’s…
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Fotos: gentileza Prensa Rosario Central
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