Rosario Central jugó su mejor partido del 2024 y empató 1-1 con Godoy Cruz con gol de Enzo Copetti. El Canalla fue más que su rival, pero un doble error lo privó del triunfo Inmenso partido de Mallo, Quintana y Campaz. Ruben mejoró respecto a Lanús.
No era una tarea sencilla enfrentar a Godoy Cruz en su casa, pero este Rosario Central 2024 confirmó que su caída en el rendimiento se detuvo completamente desde la derrota contra Peñarol en Montevideo. Claro que su nivel no es el mejor que puede ofrecer, aunque este repunte invite a soñar con un segundo semestre menos complicado que el primero ya que el equipo de Miguel Ángel Russo participará de la Liga Profesional, la Copa Sudamericana y la Copa Argentina.
Los cambios realizados en el equipo durante los entrenamientos se cristalizaron apenas se dio a conocer la formación inicial. Fueron cuatro modificaciones para que Central se sienta más fuerte defensivamente y para darle un poco de descanso a Nacho Malcorra, quien ni siquiera entró en el complemento. Maxi Lovera alternó buenas con malas, pero no logró nunca ser un jugador desequilibrante tal como lo fue el Bicho Campaz.
El colombiano se debía (y le debía a los simpatizantes auriazules) una actuación de este calibre. Jugó el mejor partido del semestre y fue desequilibrante en todo momento. La jugada que armó en el gol de Enzo Copetti fue maravillosa ya que desairó a Lucas Arce tirándole la pelota por un lado y buscándola por el otro estando apretado por la raya lateral, la línea de fondo y el jugador del Tomba y metió un centro atrás bajo para que el número 25 abra el marcador con un toque sutil.
El Canalla siguió buscando con la ventaja a su favor, pero un descuido doble en la última jugada del primer tiempo entre Franco Ibarra (no reventó la pelota lejos) y Enzo Copetti (cometió un penal infantil ya que saltó con su brazo levantado) lo privaron de irse al descanso en ventaja. La Acadé había trabajado muy bien el partido, pero las desconcentraciones en ese minuto final lo perjudicaron notoriamente.
Jaminton Campaz se pareció muchísimo a ese extremo que desequilibraba con facilidad a sus rivales en la Copa de la Liga 2023, Copetti jugó criteriosamente por todo el frente de ataque integrándose al circuito ofensivo, Ibarra era el termómetro en la mitad de la cancha (más allá de su error en el gol por no reventar la pelota a la tribuna) y Mallo y Quintana estaban impasables.
Central tuvo menos la pelota (62 % de posesión tuvo Godoy Cruz contra un 38 % del Canalla) pero lastimó más y con mayor frecuencia. Y ese primer tiempo ante un equipo durísimo como el Tomba es lo que ilusiona. Con Broun en un alto nivel, con Quintana y Mallo firmes, con la confirmación de que el volante central debe ser Franco Ibarra, con Campaz siendo desequilibrante y con la potencia que muestran arriba Copetti, Módica y Ruben (tuvo la última chance pero su cabezazo se fue apenas desviado) le tendría que alcanzar al Canalla para volver a ser un equipo competitivo.
A Central le costó hacer pie durante la primera parte del año, aunque el juego viene mejorando poco a poco desde que Marco Ruben se sumó al plantel. Aún quedan muchos errores por corregir, pero este partido fue la ratificación de que la caída del rendimiento se detuvo y que el segundo semestre puede ser menos doloroso para los hinchas y para el equipo.
Además
En YouTube
En Twitter
En Tik Tok
Fotos: gentileza Prensa Rosario Central
Descubre más desde El diario de Central
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.