El día que Newell´s quiso revancha pero Central dejó mudo al Coloso

El Canalla y la Lepra volvían a jugar luego de la paliza táctica que la Acadé le había dado en Arroyito en octubre del 2013. El escenario fue la cancha de Newell´s y para sorpresa de todos el equipo de Russo se llevó el triunfo.

Nadie salía de su asombro e incredulidad luego de lo sucedido en el Gigante de Arroyito el domingo 20 de octubre de 2013 cuando los dos clubes más importantes del interior del país se reencontraron en una cancha de fútbol luego de un impasse que duró tres años y que le sirvió a la institución de Arroyito para poner los cimientos de la megapaternidad que ejerce sobre Newell´s Old Boys.

Ese encuentro marcó el comienzo de una época dorada para Rosario Central en cuanto al historial del clásico y de finales jugadas (jugó siete obteniendo dos títulos, la Copa Argentina 2018 y la Copa de la Liga 2023 sin mencionar los choreos del 2015 y 2016) para un club que estaba haciendo malabares para asentarse en primera y que necesitaba puntos y alegrías luego del calvario sufrido en la B Nacional que lo tuvo como protagonista excluyente durante tres años sin que ese sea su lugar en el mundo.

Por el lado de Newell´s las cosas se miraban con cierta preocupación debido a que esa derrota con el equipo de Miguel Ángel Russo había marcado el comienzo de la debacle ñulista ya que perdió de manera increíble el Torneo Inicial 2013 luego de haber sido el puntero y el gran candidato hasta los últimos partidos. Los rojinegros estuvieron seis partidos sin ganar y perdieron el título ante San Lorenzo por apenas dos puntos, efecto Miguelo

El triunfo de Central en el Gigante de Arroyito (si Newell´s Old Boys ganaba ese partido se escapaba al bicampeonato) generó una gran sed de revancha en el mundo rojinegro. Querían venganza futbolística extrema: ganarle al equipo de Russo y dejarlo en ridículo si era posible. Para ello, y aprovechando su condición de local, Alfredo Berti diseñó un esquema ofensivo con presión alta y mucho toque para desnivelar.

Miguel Ángel Russo armó un 4-4-2 bien compacto y le cedió la pelota y parte del terreno de juego a la Lepra que en muy pocas ocasiones pudo generarle algo de riesgo a Mauricio Caranta debido a que sus compañeros tapaban correctamente a los receptores de la pelota. Sebastián Abreu era el encargado de marcar a Gabriel Heinze para que Newell´s no pueda salir cómodo desde el fondo con pelota limpia mientras que sus compañeros esperaban abroquelados a los volantes rivales.

En el inicio del segundo tiempo Central dejó mudos a los espectadores que habían concurrido al estadio Coloso Marcelo Bielsa para saciar su sed de venganza. Todo comenzó con un quite de Rafael Delgado y posterior contra encabezada por el marcador lateral que le cedió la pelota a Franco Niell para que defina cruzado ante el desesperado achique del Pato Guzmán. 1-0 y comenzaba otro partido. A partir de allí Newell´s fue confusión y nerviosismo ante un Central que siguió cerrando espacios hacia atrás para que los jugadores locales no puedan lastimarlos.

Este partido fue el segundo de la trilogía con la cual se construyó una ventaja tan grande en el historial. Estos tres encuentros jugados entre el 2013 y 2014 marcaron el rumbo que iba a tener el clásico en los años venideros. Miguel Ángel Russo siempre supo que tenía menos plantel que la Lepra en aquel entonces y que por lo tanto sus jugadores debían ganarle a su eterno rival desde la táctica y el compromiso. Y ese legado continúa hasta la actualidad.

Miguel Ángel Russo da indicaciones a sus dirigidos mientras Rafael Delgado está por hacer un lateral.

Las redes de EDDC

YouTube

X

https://twitter.com/RosarioCentral/status/1776652637636583900?t=FAcg3MZyZdSSvGXI2U8bIw&s=19

Instagram

Fotos: gentileza Prensa Rosario Central

Compartí esta nota

Descubre más desde El diario de Central

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.