Rosario Central cayó 1-0 ante Independiente en un desarrollo que casi siempre fue favorable al Rojo. Enorme distancia entre titulares y suplentes. Se lesionó Módica. Lequi deberá dar muestras de templanza.
Este Rosario Central alternativo no jugó a nada en el Libertadores de América y fue superado por un Independiente que pareció una reencarnación de ese fabuloso equipo campeón mundial de 1984 liderado por Ricardo Enrique Bochini. Fue tanta la diferencia entre ambos en la primera etapa que si los dirigidos por Julio Vaccari metían otro gol era absolutamente merecido y no se podía discutir nada.
El 4-3-3 ideado para comenzar el encuentro se transformó rápidamente en un 4-1-4-1 ya que los extremos debieron bajar demasiado a buscar la pelota a la mitad de la cancha porque el mediocampo de Independiente, liderado por Iván Marcone, apretaba y presionaba bien arriba para recuperar la pelota con lo cual obligó en numerosas ocasiones a que Tomás O’Connor se pare al lado de Kevin Ortíz y a que tengan que bajar Lautaro Giaccone (jugó muy incómodo por derecha) y Elías Ocampo (tuvo una actuación paupérrima) para tratar de tener la bocha.
Agustín Módica quedó aislado de sus compañeros y muy lejos del arco defendido por Rodrigo Rey lo cual obligó al espigado centrodelantero a tener que desplazarse grandes distancias tanto como para integrarse al circuito de juego como para ir a buscar pelotazos largos. Y en una de esas búsquedas se lesionó contra un cartel de publicidad luego de que Joaquín Laso sacara su brazo y lo empujara levemente. Ahora hay que esperar los resultados de los estudios pero todo indica que será una lesión importante…
El Canalla mejoró en el segundo tiempo debido a los cambios que realizó su entrenador en el entretiempo: adentro el Bicho Campaz y Augusto Solari, afuera Ocampo y Lo Celso. Allí el equipo se acomodó en el partido aunque no generó situaciones de riesgo como para poder empatarlo. El Rojo le cedió la pelota y el terreno y lo esperó abroquelado en su campo para salir de contra. La oportunidad más clara llegó sobre el final cuando un remate de Cervera fue despejado en la línea por Laso.
La enorme brecha en el rendimiento que mostraron los suplentes lleva a pensar si fue la mejor decisión ponerlos a ellos en lugar de los titulares ya que la Liga Profesional es un objetivo más realista que la Copa Sudamericana. Allí parece que Lequi deberá repensar algunas cosas si es que pretende mantenerse en el cargo porque lo peor que puede pasarle al canalla es entrar en esa vorágine de cambiar de técnico cada dos por tres. El Flaco tiene el crédito abierto porque lo realizado hasta el momento es sobradamente positivo.
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Fotos: gentileza Prensa Rosario Central
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