El Canalla se despidió de la Copa de la Liga con un empate 1-1 con Deportivo Riestra. El equipo de Russo no supo aprovechar el hombre de más que tuvo durante 85 minutos. A pensar en la Copa Libertadores. Nuevo video.
Era la oportunidad de despedirse dejando una imagen muy distinta a la que viene entregando fecha tras fecha en esta Copa de la Liga 2024 pero Rosario Central no supo (ni encontró) como explotar la superioridad numérica que detentó durante ochenta y cinco minutos producto de la expulsión de Miltón Céliz por un terrible planchazo a Emanuel Coronel tras la revisión del VAR ya que Andrés Merlos sólo le había mostrado la tarjeta amarilla al capitán del Malevo.
Deportivo Riestra sumó varias polémicas a lo largo del torneo por algunos fallos arbitrales controvertidos y por la falta de rigor de los jueces al permitírsele un excesivo juego violento hacia sus rivales. Por eso resulta difícil de digerir que Andrés Merlos no haya visto el planchazo de Céliz contra Coronel y que no lo haya expulsado en el acto. Si primero le sacó cartón amarillo es porque vio la falta lo cual lleva a pensar que no tenía intención de expulsarlo porque el capitán del Malevo dejó la pierna arriba un tiempo considerable…
Con más de ochenta minutos por delante era previsible que la Acadé tomara las riendas del encuentro. Allí surgió el primer problema porque no supo ubicar correctamente al hombre que le sobraba durante el resto del partido. Riestra retrocedió y le cedió gentilmente a Central la posesión de la pelota y del terreno armando dos líneas de cuatro muy compactas entre sí que los jugadores auriazules no pudieron superar casi nunca con la excepción de Lautaro Giaccone en el primer tiempo.
Y para empeorar más las cosas, Alan Barrionuevo abrió el marcador tras aprovechar un centro venenoso de Guillermo Pereira que cayó por detrás de los defensores del Canalla pero lejos de la posición de Broun. Para completar este horror defensivo hay que sumar a Mauricio Martínez ya que mientras todos sus compañeros salían para dejar en offside a los jugadores de Riestra, Caramelo entraba y habilitaba a todos.
No supo establecer diferencias con un hombre más
Es preocupante que un equipo juegue casi todo un partido con un hombre más y que no pueda sacar ventaja del mismo. Es cierto que en el aspecto físico ya no se nota esta diferencia producto de lo bien entrenados que están los jugadores en la actualidad pero Central nunca pudo hacer prevalecer esa superioridad.
Mauricio Martínez fue la primera pieza que le sobró al equipo tras la expulsión de Céliz y por ello es que Caramelo abandonó el doble cinco que formaba con Franco Ibarra (muy correcto partido del hombre surgido en Argentinos Juniors más allá de un error puntual que desató una contra de Riestra) y se ubicó un rato a la izquierda, luego se desplazó a la derecha y más tarde lo hizo por el medio.
Su reemplazo debería haber sido en el primer tiempo para sumar a Agustín Módica o a Tobías Cervera y reforzar el ataque ya que la mitad de la cancha de Central tenía superpoblación de volantes con buen pie e Ibarra había quedado solo para la contención. Este problema nunca pudo ser resuelto por los jugadores de Central ya que solamente en la jugada del gol de Leandro Campaz pudo generar desequilibrio en la última línea del Malevo.
Esta Copa de la Liga, donde Central era el defensor del título, dejó unos números alarmantes para la Acadé: terminó decimoprimero con once puntos producto de cuatro triunfos, tres empates y siete derrotas con apenas diez goles a favor y dieciocho en contra. Números paupérrimos para quien es el último campeón del torneo.
Hasta el 12 de mayo (comienza la Liga profesional) el Canalla tendrá que centrarse solamente en la Copa Libertadores debiendo enfrentar a Caracas FC en Venezuela (23 de abril) y al Atlético Mineiro donde lo disponga la Conmebol siendo lo mejor que le puede pasar para olvidarse rápidamente de esta pesadilla.
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Fotos: gentileza Prensa Rosario Central
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