
El regreso de Angelito tuvo incidencia en cuatro grandes aspectos para Rosario Central: económico, marketinero, deportivo y mediático. Analizamos este fenómeno que todavía puede traerles más beneficios al club.
La Acadé está viviendo el mejor momento de su historia. Este periodo abarca desde el 2013 hasta la actualidad y supera con claridad a los dorados años 70 ya que aún no terminó y se pueden conseguir más logros y nuevas estrellas. En un futbol hiper profesional como el actual donde la balanza se sigue inclinando alevosamente hacia el lado de los dos clubes más poderosos de la Argentina, es un logro poder ser tan competitivo durante tanto tiempo más allá de los lógicos altibajos.
Esta era devolvió a Rosario Central al primer plano del fútbol nacional luego de haber sufrido tres años en la B Nacional ya que ganó dos títulos (Copa Argentina 2018 y Copa de la Liga 2023), jugó siete finales y estiró pornográficamente su paternidad en el clásico llevando las estadísticas a un lugar nunca antes visto y que parecen no haber tocado techo aún. A todo eso le faltaba la frutilla del postre, que Di María cumpliera su promesa y volviera a calzarse la camiseta más linda del mundo.
Ángel fue anunciado como nuevo refuerzo de la Acadé el 29 de mayo pasado, aunque su presentación en sociedad fue recién el lunes 7 de julio en el Gigante de Arroyito. Esta demora se debió al hecho de que Angelito estaba jugando su última competencia oficial con el Benfica, el Mundial de Clubes y que le dio una impresión de primera mano al hincha sobre el estado físico de Fideo luego de un primer semestre complicado en el club lusitano.
En esos treinta y nueve días se dispararon las ventas de camisetas, se multiplicó la cantidad de asociados (en mayo se alcanzaron los 100.000 socios) y la renovación y ventas de abonos fue récord ya que en un puñado de días se agotaron todas las localidades disponibles mientras los directivos comenzaban silenciosamente a rediscutir los montos de los contratos con cada uno de los sponsors.
Es una verdad de Perogrullo afirmar que el regreso de Fideo iba a revolucionar a Central en materia económica, marketinera, mediática y deportiva. Para muestra basta un botón: los hinchas de la selección argentina que antes lo aplaudían le cayeron encima cuando Ángel osó decir que un gol de Boca frente a Banfield no debió haber sido cobrado por una falta, algo que se observó claramente en las imágenes televisivas.
La voz de Di María es mucho más potente que la de Central en su conjunto por el hecho de que es un ídolo del fútbol argentino y por eso cada vez que dice algo repercute en todas partes. En redes sociales el Canalla cuadriplicó las métricas, es el club más nombrado luego de River Plate y Boca Juniors. Tener a un campeón del mundo vigente en sus filas tiene sus privilegios.
Esta segunda parte de Di María en el club de sus amores también significa un aumento sustancial de ingresos para la entidad de Arroyito debido a la renegociación de los contratos con sponsors, venta de camisetas y el incremento de socios de manera ininterrumpida que está teniendo el Canalla. Claro que el buen momento deportivo del club también ayuda y las expectativas de los hinchas no tienen techo, todos sueñan con un título de la mano del hombre más determinante de la historia de la selección argentina en finales.
Cuando se conoció que Fideo iba a jugar en la Acadé se estimaban que se iban a vender unas cincuenta mil camisetas como mínimo en un mes y medio aproximadamente. Le Coq Sportif ya había alcanzado las metas anuales de ventas de casacas en sólo tres meses (entre enero y marzo se comercializaron cien mil camisetas, el total del año) mientras que en Francia los directivos de la empresa no podían dar crédito a lo que veían sus ojos.
Lo que está sucediendo en este momento sobrepasó todas las expectativas ya que se duplicó la compra de camisetas que salen mayoritariamente estampadas con el nombre de Angelito y el número 11 en la espalda. Estamos hablando de una cifra cercana a las 300.000 prendas en ocho meses, una locura absoluta. La gente de Central no sólo responde siempre sino que además está ilusionada como nunca, recordemos que Angelito es el primer campeón del mundo vigente que vino a jugar al Canalla.
Los partidos que juega Central cuadriplicaron su audiencia ya que no sólo hinchas del Canalla encienden la televisión para mirar a Fideo. El gran objetivo del club de Arroyito es clasificarse a la Copa Libertadores 2026 y reforzar el equipo para poder competir dignamente y llegar lo más lejos que se pueda. Jugar el torneo sudamericano le traerán nuevas inversiones, sponsors y cobros por televisación. Por ello es fundamental que el proyecto deportivo se consolide para que el club pueda seguir creciendo.
En materia deportiva le está costando un poco encontrar su mejor versión (tuvo apenas una semana de vacaciones luego de jugar el Mundial de Clubes con Benfica) pero en apenas siete partidos y medios ya estampó su firma en el Canalla por duplicado mientras busca adaptarse rápidamente al fútbol argentino. Sus goles a Newell’s y a Boca ya forman parte de la felicidad colectiva auriazul y la nueva posición en la cual lo hace jugar el técnico invita a soñar, tal como todo lo que está sucediendo fuera de la cancha.

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Buenísimo… Redondito el negocio y encima nos hace felices jaja
Me gustaría ver un esquema pero con López atrás o de segundo delantero con un 9. A Oviedo le daría minutos . Necesitamos referencia arriba