El 16 de septiembre de 2007 tuvo lugar uno de los clásicos más extraños que jugaron Rosario Central y Newell´s Old Boys. Se jugó en el Parque Independencia y el Canalla ganó 1-0 con gol de Martín Arzuaga. ¿La particularidad? Fueron dos: la Acadé aún no había ganado en el torneo y terminó el partido con nueve hombres.
Hace algún tiempo escribí, en una pieza literaria sinceramente inmortal: “Rosario Central no tiene historia. Tiene mitología”. Y esto es así porque sus orígenes, sus avatares y sus formidables campañas están siempre fluctuando entre la realidad y la fantasía, lo palpable y la ficción, lo comprensible y lo inexplicable. ¿Cómo no ser hincha, entonces, de un equipo así?
Frase célebre de Roberto Fontanarrosa
La historia que voy a contarte en esta nota sucedió hace no demasiado tiempo ya que apenas pasaron casi diecisiete años de la misma cuando Rosario Central atravesaba serios problemas institucionales y futbolísticos que finalmente lo terminaron depositando en la B Nacional en el 2010.
El guion sobre este encuentro parece hecho en Hollywood o por el Negro Fontanarrosa: un club intervenido judicialmente, un plantel que llevaba diez encuentros sin ganar y un técnico improvisado que lo echaron un mes después de estos sucesos vencieron a su eterno rival en su cancha y con nueve hombres producto de la expulsión de Gervasio Nuñez y Emiliano Papa por arrojar un encendedor a la tribuna.
Como habrá sido de mala la campaña del Canalla en ese torneo Apertura 2007 que no sólo terminó último en las posiciones sino que apenas pudo ganar dos partidos en todo el torneo, este frente a la Lepra y contra San Martín de San Juan en la última fecha. Muy poco para un club como Central…
Una época terrible
Pablo Scarabino fue destituido como presidente del club siendo reemplazado por una intervención judicial al mando del doctor Arturo Araujo hasta que se celebraran nuevas elecciones en noviembre del 2007.
Tomar cualquier decisión futbolística era un caos, Carlos Ischia no sabía con quien hablar ni los jugadores a quienes reclamarles los sueldos. Un desorden total que la intervención judicial palió mínimamente ya que manejar un club de fútbol es bastante complejo debido a los intereses cruzados que hay dentro de los mismos.
En el plano deportivo las cosas no estaban mejores para el Canalla ya que no ganaba desde la decimoctava fecha del Clausura 2007 (2-0 a Gimnasia y Esgrima de Jujuy) con lo cual la sequía ascendía a diez partidos sin conocer la victoria y necesitaba puntos para escaparle al descenso desesperadamente.
Central debía visitar a Newell’s Old Boys con este panorama nada auspicioso. La Lepra estaba cumpliendo una campaña regular (estaba decimoprimero en la tabla de posiciones al momento de jugarse este encuentro) mientras que el Canalla venía último cómodo con apenas cuatro puntos en su haber.
Cantando bajo la lluvia
Es una sensación hermosa que no había sentido nunca. Fue uno de los días más felices de mi vida.
Kily González en Paso a Paso
El encuentro se disputó bajo la lluvia del domingo 16 de septiembre de 2007 en el Coloso Marcelo Bielsa y Newell’s necesitaba ganar para encarar la segunda parte del torneo con mayores ánimos. El clásico es determinante para el futuro de ambos.
Todo estaba saliendo más o menos bien hasta que llegó el minuto 40 de la primera parte cuando fue expulsado Gervasio Nuñez por una violenta falta a Hernán Bernardello. El Kily González guiaba a sus compañeros metiendo y raspando en toda la cancha en un partido muy friccionado.
Newell´s atacó con más insistencia en el segundo tiempo hasta que Martín Arzuaga es derribado en el área y Federico Beligoy marcó el penal que el mismo jugador cambió por gol. A partir de ese momento el Canalla resistió pero en el minuto 40 fue expulsado Emiliano Papa por tirar un encendedor (alguien se lo había arrojado a él) a la tribuna local. No hubo tiempo para más y Central se llevaba un gran triunfo para Arroyito.
Apenas terminó el encuentro se desató una gran fiesta auriazul entre los jugadores y los hinchas mientras gran parte del estadio no podía creer lo que sus ojos habían observado. El público Canalla tomó por Pueyrredón hacia el norte cantando bajo la lluvia y abrazándose entre desconocidos mientras festejaban una victoria que en la previa era muy difícil de conseguir.
Fotos: gentileza Julio Franco
Descubre más desde El diario de Central
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Yo estuve ese día en el parque con mi hijo y la tribuna se caía de la alegría, después a correr que los leprosos nos querían pegar de la bronca por las calles, siempre que hay un clásico en el parque me acuerdo de este,gracias por el recuerdo y ojalá este domingo sea lo mismo