Si sólo sancionan a Central no es justicia, es persecución

El Ministerio de Seguridad de Santa Fe quiere sancionar al Canalla por lo sucedido en el Gigante de Arroyito frente a Sarmiento mientras que los episodios violentos en Newell’s Old Boys no tienen sanción alguna. Todos los clubes deben ser medidos con la misma vara.

El Gigante de Arroyito vivió un fiestón el sábado pasado con el recibimiento que los hinchas le hicieron al equipo en una jornada agobiante que culminó con el triunfo ante Sarmiento de Junín. Los festejos no se limitaron a la salida de los jugadores por el túnel sino que se extendieron durante todo el partido (tuvo varias interrupciones por ese motivo) con una organización muy cuidada donde quedó más claro que todo fue folclore y nada más.

Las 47.000 almas que estuvieron presentes en el estadio auriazul no hicieron un solo desmán ni protagonizaron ningún incidente. Todo esto fue coronado con una bandera en la cual los protagonistas eran nada menos que Nacho Malcorra y el mismísimo Keylor Navas. Durante la mañana me pasé explicando en grupos de WhatsApp de Latinoamérica sobre Fórmula 1 que esto era sólo folclore y nada personal contra el arquero costarricense.

La fiesta tuvo de todo: fuegos artificiales, trapos, cánticos variados (¡hasta se cantó Oh L’Amour de Erasure!), una percusión espectacular, un +20 prendido fuego en medio de la popular de Regatas (nunca será la popular Norte para este escriba), lanzamiento de muñecos e interrupciones varias debido al humo que invadía la cancha. No hubo ni un solo incidente durante estos festejos.

El Ministerio de Seguridad de la provincia de Santa Fe comenzó a dejar trascender que el Canalla recibiría sanciones por apología de la violencia y esto incluía el famoso trapo que ridiculiza a Newell’s Old Boys mediante la figura de Keylor Navas. Con el paso de las horas se dieron cuenta de que era una burrada sancionar a Central por esa bandera (la trascendencia internacional que tuvo ese trapo es tremenda) y se concentraron en los fuegos artificiales que surcaron el cielo de Arroyito en la noche rosarina. Y aquí comienza la segunda parte del asunto…

La justicia es justicia si mide con la misma vara a todas las personas e instituciones de nuestro país. Lamentablemente deja mucho que desear (siempre hubo hijos y entenados) y los cañones del Ministerio de Seguridad apuntan hacia un solo lado. ¡Bingo, acertaste! Con todo lo que sucede en Newell’s Old Boys en estos años prefieren fingir demencia y solamente sancionar a Central.

Central merece una sanción por los fuegos artificiales que se tiraron en el Gigante de Arroyito (el Ministerio de Seguridad vive amonestando al club por eso y de vez en cuando se lo sanciona) pero la Lepra parece que puede actuar impunemente cada vez que se lo propone. Y allí deja de ser justicia para comenzar a ser persecución.

En los últimos años Newell’s Old Boys protagonizó diversos hechos de violencia en su estadio y en las inmediaciones del mismo que nunca fueron sancionados como se debería. Ley pareja no es rigurosa reza un viejo dicho aprendido durante mi adolescencia. Y acá no sería el caso, repasemos:

  • lesión en la cara a Jorge Broun en 2023
  • colectivo con vidrios rotos y agresión a los jugadores de Central dentro de la cancha (a Malcorra le tiraron un piedrazo y Fatu atajó una zapatilla) en 2025
  • arrojaron salvavidas desde las tribunas burlándose del asesinato de Bocacha Orellana
  • patrulleros destrozados en las inmediaciones del Coloso Marcelo Bielsa y una autobomba con el parabrisas roto
  • tardanza para inflar la manga que lleva a los jugadores de Central al vestuario para que puedan ser agredidos y hostigado por la parcialidad rojinegra

Estos son sólo algunos de los incidentes que protagonizaron los hinchas de Newell’s Old Boys contra Rosario Central. Y no es que los hinchas del Canalla sean unos santos sino que ambas instituciones deben ser sancionadas porque sino parece que el malo de la película siempre es Central.

Los muñecos que arrojó la hinchada de Central se consideran parte del folclore, los funcionarios del Ministerio de Seguridad pretendían sancionar a Central por el trapo donde Nacho y Navas son los protagonistas.

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