Rosario Central apenas pudo rescatar un empate 1-1 en Venezuela ante el Caracas FC, el rival más débil del grupo G, con gol de Agustín Módica. Su clasificación a octavos está complicada. Debió romper el doble cinco y jugar con un delantero más.
El Canalla tenía una sola misión en Venezuela: ganar. O mejor dicho tres misiones, ganar, golear y gustar. En la previa era el partido perfecto para que el plantel comandado por Miguel Ángel Russo decida qué equipo quería ser pensando en el futuro inmediato en la Copa Libertadores. Caracas FC le ofrecía a Central todo lo que le hace falta al conjunto rosarino para volver a confiar en sí mismo en este paupérrimo 2024. Y la Acadé rechazó de una manera muy burda la invitación…
La obligación era de Central y no del dueño de casa ya que los Demonios rojos se habían morfado nada menos que nueve goles en las dos primeras fechas del torneo continental (1-4 frente al Mineiro en Venezuela y 5-0 contra Peñarol en Montevideo) pero el Canalla nunca entendió que estaba jugando una final y que el resultado podía ser determinante para la definición del grupo.
Encaró el partido desde una superioridad moral que lo llevó a ser soberbio con la debilidad manifiesta de su rival (lo gano cuando yo quiero) que lo llevó a sobrar el partido y cuando despertó casi termina en un papelón evitado en cierto modo por el gol de Agustín Módica. El tanto del pibe evitó que la humillación sea mayor para el Canalla.
La Acadé tuvo el 70 % de posesión y sin embargo, tal como le pasó frente a Deportivo Riestra, no supo que hacer con ella. Durante los primeros instantes llegó con cierto peligro al arco de Wuilker Fariñez pero Central se desinfló luego que el arquero le tapara un gran tiro a Lautaro Giaccone. A partir de allí lució confundido, sobró el partido y equivocó todos los caminos hacia el gol, ¿qué puede malir sal con ese panorama?
Equivocar los caminos
El equipo de Miguelo no supo que hacer con la pelota ni como vulnerar a un Caracas que lució mucho más ordenado que en los partidos anteriores. Con Campaz y Malcorra jugando de espaldas, con Tomás O’Connor sobrando en la mitad de la cancha, con un Damián Martínez que defendió mal (¿dónde estaba en el gol de Pernía?) y atacó peor entonces toda la vocación ofensiva de Central quedó supeditada a tirarle centros desde cualquier lugar a Tobías Cervera, un chico que no va tan bien de arriba como Agustín Módica o Luca Martínez Dupuy.
No tuvo juego al ras del piso, sus movimientos fueron previsibles, no mostró rebeldía para tomar el control del encuentro y no supo como romper el sistema táctico del equipo dirigido por Henry Meléndez. ¿Debió haber jugado Damián Martínez? ¿Era momento de romper el doble cinco y jugar con dos delanteros? ¿No convenía jugar con Luca Martínez Dupuy? ¿Por qué el plantel luce mal físicamente?
Estos interrogantes desnudan que algo no está bien. La única razón por la cual jugó el Gitano es que Coronel no se haya recuperado del planchazo que le dio Céliz en el partido contra Riestra. Este encuentro contra Caracas no ameritaba jugar con doble cinco sino que se debió sacar a O’Connor para que Kevin Ortíz quede como único volante central y así liberar un lugar para poner otro delantero que acompañe a Cervera, la fragilidad defensiva del Caracas así lo requería.
Miguel Ángel Russo imaginó un equipo para la Copa Libertadores con Abel Hernández como centrodelantero titular pero la lesión del uruguayo trastocó todos los planes al respecto y por ello el técnico utiliza a Tobías Cervera en esa posición por sobre Luca Martínez Dupuy, un nueve más de área y con mayor juego aéreo que el marplatense. La solución hubiese sido que ambos compartan la delantera y que sean abastecidos por Giaccone y Campaz.
El plantel no luce de la mejor forma en el aspecto físico porque no pudo realizar la pretemporada de manera óptima cuando estuvo en Uruguay en enero y los preparadores físicos decidieron llevar a cabo una readecuación física debido al comienzo inminente de la Copa de la Liga y no una pretemporada propiamente dicha por falta de tiempo.
El Canalla empató un partido que tenía que ganar para seguir alimentando el sueño de acceder a los octavos de final de la Copa Libertadores pero el juego mostrado en Venezuela hasta pone en duda si Central quedará tercero y jugará la Copa Sudamericana. La respuesta la sigue teniendo el plantel…
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Fotos: gentileza Prensa Caracas FC y Prensa Rosario Central
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