Central le ganó a Deportivo Riestra 2-0 como visitante. El Canalla llevaba siete partidos sin ganar en esa condición. Fue contundente y efectivo. La llegada de Ruben revitalizó los ánimos pensando en Peñarol. Franco Ibarra fue la figura.
Difícilmente el equipo de Miguel Ángel Russo Russo brinde una exhibición de fútbol vistoso y estéticamente bello. No, este Central de Miguelo siempre se pone el overol y sale a trabajar los partidos desde el esfuerzo y la inteligencia táctica. Cuando los intérpretes están en un momento alto de rendimiento, las cosas salen pero la cuestión se complica cuando bajan considerablemente su nivel.
El entrenador dispuso que este partido lo jueguen los suplentes para que los habituales titulares descansen pensando en la final que deberán jugar frente a Peñarol en el Campeón del Siglo el próximo martes 28 de mayo. La Acadé se juega el resto de la temporada en Montevideo y allí está la explicación por la cual Miguel optó por un equipo alternativo.
Y estos chicos consiguieron muy rápido algo que a los titulares les cuesta horrores conseguir: marcar un gol en el inicio del encuentro. Lautaro Giaccone se escapó por la izquierda luego de una sucesión de pases y mando un centro bajo al segundo palo para que Luca Martínez Dupuy empuje la pelota debajo del arco y abra el marcador a los ocho minutos de juego.
Central retrocedió a partir de se momento para jugar de contra. Allí se fueron agiganta do las figuras de Axel Werner, Juan Cruz Komar y Franco Ibarra. El número 8 jugó un gran partido y demostró, una vez más, que él debe ser el volante central del equipo. El ex hombre de Argentinos Juniors marca con inteligencia e intensidad, juega claro siempre, no le teme al roce y tiene un gran sentido de la ubicación.
Riestra manejó la pelota y Central el trámite ya que golpeó en los momentos justos. Evidentemente cayó muy dentro del plantel la próxima llegada de Marco Ruben, un jugador con un gran nivel de autoexigencia y una mente ganadora como pocas. Marco ni siquiera firmó su vínculo con el Canalla y ya le cambió el ánimo al plantel.
Central liquidó el partido con una gran corrida del pibe Fabricio Oviedo que definió con un tiro rasante al segundo palo Ignacio Arce para poner el 2-0 en la fría tarde de Buenos Aires. El número 39 había entrado por Lautaro Giaccone (de buen primer tiempo) en el entretiempo.
Como será la confianza que se tuvieron todos los jugadores que Axel Werner se paró en el penal de un modo distinto ya que el arquero le hizo sentir la presión a Milton Céliz para que tire la pelota a las nubes. Hasta el partido anterior esto terminaba en gol..
Recuperar lla confianza antes del partido frente a Peñarol es lo mejor que pudo pasarle a Central ya que sumó puntos muy necesarios y mandó varios mensajes hacia dentro del grupo y hacia afuera porque la realidad los puede sacudir duramente si el Manya cree que va a pasar por arriba a Central así como así. La garra, la actitud y los resultados aparecieron en el momento más oportuno.
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Fotos: gentileza Prensa Rosario Central
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