
En 1923, el presidente Federico Flynn, luego de hablar con algunos viejos socios fundadores que todavía vivían en la ciudad, dictaminó ante asamblea general que Rosario Central se fundó en diciembre del año 1889 bajo el nombre de Central Argentine Railway Athletic Club. Pero ¿qué significa ese largo nombre en idioma inglés, la lengua nativa de los socios fundadores?
«Central Argentine Railway» era el nombre anglo del Ferrocarril Central Argentino, la empresa ferroviaria conformada por capitales ingleses y dueña de los talleres donde trabajaban los fundadores centralistas. Por otro lado, está la denominación «Athletic Club». No fue ni Football Club, ni Cricket Club: el Central Argentino nació como Club Atlético. Con esto se demuestra que la actividad deportiva del club no estaba centrada en un solo deporte. Como mínimo eran dos, críquet cuando hacía calor y fútbol en otoño, invierno y comienzos de primavera. Queda en claro entonces que el Club Atlético Ferrocarril Central Argentino fue aquel que a fines de 1889 nació con el nombre de la empresa que durante casi 40 años fue un actor influyente en las actividades de la entidad. Hasta el mes de octubre de 1925, fecha en que Central rompe lazos con el Ferrocarril, los ingleses controlaban el manejo de las finanzas y los gastos del Club a través del Instituto Mecánico del Ferrocarril Central Argentino.
A finales del siglo XIX la actividad deportiva crecía a grandes pasos. Rosario Central seguía manteniendo su nombre inglés, pero en los arrabales del norte y en la ciudad propiamente dicha (que en 1895 llegaba hasta la avenida Francia) se empezaba a nombrar cada vez más al Club de los Talleres. En 1896 se disputó la Rosario Association Football League y en la síntesis de uno de los partidos, aparecida en la revista River Plate Sport and Pastime se puede leer que mencionan a los ferroviarios como los “hombres del Central” por el Central Argentino. Es entonces que ya en 1897 Central era CENTRAL.
Por esos años el Club, y la actividad deportiva rosarina, empezaba a aparecer en la sección de sociales del diario La Capital, que no tenía muy en claro cómo nombrar a la entidad de zona norte. En el decano de la prensa argentina se pudieron encontrar varias denominaciones como: Club Central Argentino (1897), Club de los Talleres (1897), Club Ferrocarriles Unidos (1900), Club de los Ferrocarriles (1901). Eso sí, no se encontró en las páginas del decano de la prensa gráfica argentina el nombre oficial en inglés, sino que el diario rosarino siempre lo mencionó en alguna de sus versiones en castellano.
En el año 1902 se terminó el contrato del estado argentino con la empresa Central Argentine Railway y los ingleses sacaron de la galera una sospechosa “venta-fusión” con la empresa Buenos Aires & Rosario Railway (BA&RR). Por este movimiento se trasladaron a Rosario varios trabajadores de los talleres de reparación de Campana, que era la ciudad donde en mayor medida concentraba sus actividades el BA&RR, ya que había allí una muy intensa actividad frigorífica y se encontraba a mitad de camino entre las ciudades de Rosario y Buenos Aires. Fueron esos trabajadores y deportistas provenientes de la ciudad de Campana los que se encontraron con un club cerrado a nuevos estatutos y a pesar de eso lograron imponer sus deseos.
Se abrió el club a socios no ferroviarios, se cambiaron los colores y se dice que, con la ayuda de Miguel Green, castellanizaron el nombre mediante una reñida asamblea que enfrentó a los viejos socios ingleses con los llegados desde Campana. No se sabe la fecha de dicha asamblea, pero si nos guiamos por el diario La Capital, en mayo de 1903 se jugaron unos amistosos contra Atlético del Rosario y en las páginas de la sección “sociales” nombran al Club del Ferrocarril Central Argentino y al Club de los Talleres. Para fines de junio del mismo año, un mes después, ya apareció como Club Central Rosario y en julio Club Rosario Central, por lo que se puede inferir que el cambio de nombre fue a mediados de 1903, entre mayo y junio de ese año. Aunque 25 años después de los hechos, apareció una nueva versión sobre lo ocurrido en el cambio de nombre.
Según una nota sobre la historia de Rosario Central, aparecida en el diario Democracia del 27 de mayo de 1928, a fines de 1902 se realizó una asamblea donde dos corrientes de socios discutieron acaloradamente por el cambio de nombre del Club. Se arregló la desavenencia con una nueva denominación: Club Atlético ROSARIO – CENTRAL. Así, con el guión, quedaban separadas las dos corrientes internas: la de los nuevos socios campanenses que querían ponerle el nombre de la ciudad, que figuraba en el título de la antigua empresa, Buenos Aires & ROSARIO, y la de los socios fundadores, que querían que en el nombre del Club estuviera presente la empresa ferroviaria donde ellos trabajaban desde hacía años, el Ferrocarril CENTRAL Argentino.
Con el tiempo la separación ortográfica desapareció y se mantuvo para siempre el nombre de la ciudad unido al Ferrocarril que fue cuna del Club en 1889. Según el mismo artículo del diario Democracia, aquella asamblea que cambió la denominación del Club también formó una nueva comisión directiva, que juntaba las dos corrientes internas: la de Rosario-Campana y la del Central Argentino. Como presidente se nombró a Harry Pearse, ingeniero mecánico proveniente de Campana, vicepresidente fue Robert Jackson (Campana), como tesorero se eligió William T. Paul (Central Argentino), el cargo de secretario fue para Miguel Green (Central Argentino) y se nombró como vocales a Colin Calder y Thomas Hopper (Central Argentino) y Edward Muskett y Charles Nissen (Campana).
¿Y en los medios de Buenos Aires? En diarios y revistas de 1903 a 1905 las pocas menciones que encontramos se refieren al “Club Atlético Central” o, a secas, “Central”. Quizás porque todavía era costumbre llamar Club del Rosario o Rosario al entonces poderoso club atlético que se encontraba en la Plaza Jewell. Pero con el paso del tiempo se identificaría a Central con el nombre de la ciudad. En un documento oficial de gran importancia como lo es el acta de fundación de la Liga Rosarina de Football en 1905, podemos ver la abreviatura “R.C.C” para denominar el que para ellos sería “Rosario Central Club”. En textos posteriores de la misma liga que se pueden encontrar en su primer libro de actas, se nombraba al “CLUB CENTRAL”.
Por esos años la institución comenzó a adquirir gran popularidad, primero en aquella zona del Cruce Alberdi y luego en el resto de la ciudad. En el ambiente del fútbol a Rosario Central se lo denominaba habitualmente como Talleres, nombre que se reflejó también en los diarios de la época y hasta bien entrada la década del 30. ¿Pero por qué lo llamaban Talleres? Desde un primer momento, el imaginario popular ligó a Central con los talleres de reparación del Ferrocarril Central Argentino, lugar de origen del Club y también donde trabajaban la gran mayoría de sus jugadores, dirigentes y socios. Por esa razón, Rosario Central primero fue el Club de los Talleres y luego simplemente, Talleres.
Ya para finales de la década del 20 estaba impuesto el nombre de Club Atlético Rosario Central, no solo oficialmente, si no entre la enorme masa de seguidores y en todo el ambiente del fútbol local y nacional. Por esos años también empezaron a ser canallas, pero eso es para otra nota.
GERMÁN ALARCÓN

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Que rica historia tiene el guerrero más notas así gonza un lujo
Muy buena nota . Hablando de Flynn tuve la suerte de conocer a un familiar en intercambiar unas palabras .De casualidad