El Canalla empató 1-1 con Atlético Tucumán en el Monumental José Fierro. Luca Martínez Dupuy y Mateo Coronel fueron los goleadores. Buen partido de Maxi Lovera, Tomás O’Connor, Kevin Ortíz. El calor afectó el rendimiento del equipo en la segunda parte. Faltó firmeza para defender en la jugada del gol local.
Rosario Central debutó en la Copa de la Liga 2024 con un empate 1-1 frente a Atlético Tucumán en el Jardín de la República. El estadio Monumental José Fierro fue testigo de la presentación del último campeón del fútbol argentino que comenzó a defender su corona a los pies del cerro San Javier.
No fue un partido fácil para el elenco dirigido por Miguelo ya que al ser el primer partido oficial aún se notan los efectos de la pretemporada llevada a cabo en Uruguay. Los jugadores están un poco duros y tienen que tomar ritmo nuevamente. El calor tucumano, como veremos más adelante, fue otro condicionante a la hora de la merma del rendimiento colectivo en el segundo tiempo.
Hay algo que quedó más que claro: todos quieren ganarle a Central por el sólo hecho de ser el campeón del fútbol argentino. Y este Atlético Tucumán dirigido por Sergio Gómez y Fabio Orsi no fue la excepción. Un poco por eso y otro poco por vergüenza deportiva ante sus hinchas es que salió a llevarse por delante al Canalla en el complemento aunque más allá del resultado lo hecho por el equipo rosarino durante buena parte del primer tiempo indica que este plantel con algunos retoques puede volver a pelear en todos los frentes.
Un buen primer tiempo
El comienzo no fue el mejor para los dirigidos por Miguelo ya que el Decano, comandado por Joaquín Pereyra, se adueñó de las acciones en esos primeros momentos. Hasta que un bombazo de larga distancia de Gusa Sández exigió a Devecchi y despertó al equipo.
Allí reaccionaron Tomás O’Connor y Kevin Ortíz, le quitaron los espacios al capitán del Decano y Central comenzó a manejar el trámite del encuentro. Maxi Lovera comenzó a hacer de las suyas y a enloquecer a sus marcadores aunque el número 7 aparecía de manera intermitente.
El gol fue un obsequio de Gonzalo Paz ya que el defensor rechazó tan mal la pelota (puede que se la haya movido antes que la impacte) que le terminó dando un pase gol a Luca Martínez Dupuy que sólo debió abrir su pie izquierdo para cambiarle el palo a Devecchi y abrir el marcador. A partir de ese momento se dio otro encuentro ya que Central sometió a su rival hasta el final del primer tiempo.
En esos últimos veinticinco minutos se vio lo mejor de Rosario Central en el partido. Mientras O’Connor y Ortíz eran los dueños de la mitad de la cancha Lovera entregaba parte de su magia y volvía locos a sus rivales, la última línea no pasaba mayores inconvenientes y cada acción que comandaban Malcorra, Martínez Dupuy o Maxi tenían olor a gol. El Canalla no pudo aumentar el marcador en ese lapso y lo terminaría pagando muy caro.
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El calor condicionó al equipo
Estamos todos enojados porque no ganamos. Estoy contento por muchas cosas aunque me duele que nos empaten sobre la hora. La clave pasa por tener quince o dieciséis jugadores al mismo nivel, cuesta porque el fútbol argentino es muy difícil. Entramos en una etapa donde sólo se come y se duerme.
Declaraciones post partido del técnico de Central
Este partido era ganable para Central por la manera en que se había desarrollado la primera etapa pero el calor de Tucumán agota y cansa de una manera como pocas veces se puede notar a simple vista. Jugar fútbol profesional o cualquier otro deporte en verano está limitado por una ley del SIPROSA (Sistema provincial de salud) que dice que cualquier actividad deportiva sólo se puede llevar a cabo desde las 6 de la tarde en adelante.
Jugar en enero a las 21:15 con 33 grados de calor es extenuante para quien no esté acostumbrado al clima tucumano, no hay manera que un equipo pueda tener un rendimiento sostenido durante todo el partido. Allí se explica gran parte de la caída del rendimiento físico de algunos jugadores en el segundo tiempo, situación que Atlético Tucumán supo explotar muy bien para arrinconar a Central y empatar el partido cuando se terminaba con VAR incluido.
Un VAR que no hacía falta utilizar ya que Mateo Coronel estaba un metro y medio habilitado por Elías Ocampo. Y aquí vale un atenuante para el pibe. Elías recién jugó su primer partido profesional frente al Decano y el error que cometió en el gol fue producto de su inexperiencia en el puesto ya que él no es un marcador de punta natural sino que está dando sus primeros pasos en esa posición. ¿Será un nuevo Hernán Díaz?
El tanto tucumano se dio por un mal despeje de Quintana (¿quién le puede llegar a reclamar algo con todo lo que entrega?) producto que no estaba al cien por ciento físicamente. También hay que destacar como Estigarribia desacomodó tanto a Carlos como a Mallo, los rivales también juegan y son aspectos que ya mejorarán con competencia.
Lo mostrado por el equipo en Tucumán no es grave ni preocupante sino que dejó al descubierto que Central necesita como mínimo tres refuerzos para poder seguir peleando arriba. No es tiempo de conformismo pero tampoco de pensamientos negativos. La competencia es mucha y el Canalla puede mejorar con rapidez.
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Fotos: gentileza Prensa Rosario Central.
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