Le alcanzó con un tiempo para ser feliz

Rosario Central le ganó 2-1 a Lanús en un encuentro donde no pudo desarrollar un fútbol vistoso pero fue extremadamente utilitario y pragmático. Ibarra fue la figura. El VAR no puede demorarse siete minutos para tomar una decisión.

Los dirigidos por Ariel Holan dejaron la vara muy alta con el triunfo conseguido en Mendoza ante Godoy Cruz generando una gran expectativa entre sus hinchas que colmaron el Gigante de Arroyito para ver una nueva función de su equipo ante el siempre complicado Lanús, una especie de bestia negra para la Acadé a la cual no le ganaba desde el Torneo Inicial 2013.

Esta vez el Canalla no pudo desplegar el fútbol vistoso que mostró en la cancha de Gimnasia de Mendoza en la fecha inaugural del certamen pero mostró dos atributos que parecen sonar muy interesantes y que enlazan a este equipo con el plantel que obtuvo la Copa de la Liga 2023 ya que fue utilitario y pragmático durante la mayor parte del juego.

Jugó cuando debía jugar, golpeó en los momentos justos y defendió con uñas y dientes durante el segundo tiempo cuando las piernas pesaban demasiado y las reservas físicas ya se habían agotado. En el primer tiempo sacó diferencias cuando debió hacerlo mostrando una contundencia que hace rato no se veía en Arroyito mientras que en la segunda parte cedió el protagonismo deliberadamente.

Poco hay que decir del golazo marcado por el Bicho ya que se vio claramente desde mi posición (platea baja de Cordiviola en la mitad de la cancha) que el jugador colombiano ve muy mal parado a Nahuel Losada (el arquero de Lanús regaló más de la mitad del arco al encontrarse mal posicionado) y le pega fuerte y con comba al primer palo. Este tanto es candidatazo para ser elegido como el mejor gol de la fecha.

Luego llegó la polémica debido a la demora del VAR para sancionar el penal de Bou contra Duarte por un planchazo (todos creyeron en la cancha que la pena máxima era por la mano cometida por el delantero de Lanús) para que Malcorra ponga el 2-0 luego de siete interminables minutos de debate entre el impresentable Luis Lobo Medina y Jorge Baliño, el encargado del VAR. La tecnología en el fútbol debe revisarse de manera urgente y aprender mucho del rugby.

Central pareció conformarse con el 2-0 parcial mientras que a Lanús no se le caía una idea y no sabía como inquietar a Jorge Broun. El arquero auriazul pasó un primer tiempo tranquilo salvo cuando le agarró un ataque de habilidad y enganchó hacia adentro con la marca de Walter Bou encima. Varios corazones probaron su fortaleza en ese momento en el Gigante de Arroyito…

Central bajó su intensidad en la segunda parte y le cedió el campo y la pelota a su rival. Lanús toqueteaba sin profundidad hasta que sobre el final Bou puso el descuento tras recibir un magnífico pase de Canelo. Esos último diez minutos fueron frenéticos con un Granate que empujaba sin ideas y con un Central que defendía la ventaja como podía hasta que llegó el pitazo (lo mejor que hizo en toda la tarde-noche) del árbitro para que se desate un loco festejo en las tribunas.

Poco se habla del rendimiento de Franco Ibarra ya que fue una de| las figuras en Mendoza y en este encuentro. Su presencia le da equilibrio al mediocampo, libera de funciones defensivas a Gaspar Duarte, Ignacio Malcorra y Jaminton Campaz, tiene un timming extraordinario para cubrir la cancha y hacer los relevos y le entrega la pelota redonda a sus compañeros. Cachete es un jugador interesantísimo para cualquier entrenador.

Ganó Central, en el primer tiempo jugó mejor que en la segunda etapa donde el rendimiento físico había disminuido. Una vez más fue astuto, contundente, pragmático y utilitario para sacar ventaja y defenderla. La Holaneta comenzó con todo y ya lleva dos triunfos, cinco goles a favor y tan sólo uno en contra y es puntero de su grupo. ¿Hace falta algo más para ser feliz?

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Fotos: gentileza Prensa Rosario Central