Rosario Central cayó 2-1 ante Barracas Central en su estadio. Preocupante nivel de algunos jugadores pensando en la Copa Libertadores. La falta de definición y dos errores en defensa le costaron muy caro al Canalla.
En la previa se vislumbraba que sería un partido difícil contra el Guapo ya que el equipo de Alejandro Orfila está peleando los puestos de vanguardia de la zona A en esta Copa de la Liga. Central tenía la obligación de ganar el encuentro y esperar otros resultados para saber si seguía con vida en este torneo.
La pérdida del invicto como local es consecuencia del bajo nivel general que está mostrando el equipo en todas sus líneas. Esta racha fantástica duro treinta y dos encuentros y es la segunda mejor marca por detrás del récord del equipo dirigido por Carlos Timoteo Griguol entre 1913 y 1975 de treinta y tres partidos sin conocer la derrota en su casa.
Y aquí comienza lo preocupante, cuyas consecuencias son difíciles de dimensionar, ya que el debut de la Acadé en la Copa Libertadores frente a Peñarol está a la vuelta de la esquina. Es cierto que el equipo fue superior a su rival y que manejó la pelota durante gran parte del juego pero careció de puntería en los metros finales.
Decir que Central perdió sólo porque sus hombres tenían la pólvora mojada es un tanto ingenuo ya que los dos goles de Barracas Central fueron como resultados de fallas defensivas. Y si Broun, Mallo y Quintana no tienen una buena noche entonces todo el andamiaje se viene abajo ya que no hay quien se pueda hacer cargo del equipo emocionalmente.
El Guapo jugó a espaldas de Damián Martínez y Alan Rodríguez permanentemente sacando ventaja siempre. Fue más incisivo, profundo y directo que su rival teniendo menos tiempo la pelota, algo que no le importó demasiado pese a que Central fue superior en el balance general.
Jugadores con bajo nivel
Russo pateó el tablero jugando en casa, archivó el 4-2-3-1 y puso un 4-4-2 con Nacho Malcorra jugando recostado sobre la derecha (erró un gol increíble en el comienzo del partido) y con Tobías Cervera acompañando a la Joya en ofensiva.
El 10 intentó jugar pero no encontró interlocutores válidos ya que este Bicho Campaz insinúa más de lo que concreta. Abel Hernández muestra una falta de ritmo alarmante jugando un partido para el olvido. El uruguayo tuvo una sola chance clara que desperdició al pegarle con su pierna menos hábil, la derecha.
Los laterales no aportaron ninguna solución ni atacando ni defendiendo. La titularidad de Damián Martínez es insostenible por el paupérrimo rendimiento que viene mostrando. Rodrigo Insúa le comió las espaldas cada vez que se lo propuso y en el segundo gol se queda quieto y ni siquiera salta para tratar de entorpecer a Nicolás Capraro.
Jorge Broun cometió un error garrafal en el segundo gol al no calcular bien su salida para cortar un centro y quedar a mitad de camino. Fatu es uno de los puntales del equipo y el mismo pagó caro el yerro de su arquero.
Franco Ibarra mostró un gran sentido de la ubicación y junto a Kevin Ortíz podrían conformar un doble cinco de marca muy interesante aunque aún le falta un poco más de ritmo. El jugador surgido en Argentinos Juniors no descolló pero tampoco desentonó.
Una alarmante falta de puntería
Una de las causas de la pérdida del invicto como local del Canalla se debió a que falló en la definición de una manera perturbadora. Creó varias situaciones claras pero Nacho Malcorra, Abel Hernández, Jaminton Campaz, Tobías Cervera y Facundo Mallo las desperdiciaron una por una. Fueron siete situaciones de gol claras que no los hombres de la Acadé no supieron definir.
El plantel dirigido por Miguel Ángel Russo está por comenzar su derrotero en la Copa Libertadores, el gran objetivo de Rosario Central en 2l 2024. Habrá que esperar un poco para ver si la derrota frente al Guapo sirvió para liberar tensiones puertas adentro y a partir de ahora sólo se enfoca en clasificar a los octavos de final ya que el campeonato de la Liga Profesional comenzará a mediados de mayo.
Miguelo deberá resetear al equipo en estos seis días que faltan para el trascendental partido frente a Peñarol ya que perder puntos por la Copa en el Gigante resentiría las chances del Canalla para acceder a los octavos de final del torneo continental por excelencia, un lujo que Central no debería permitirse ya que la llegada de Ángel Di María le abriría las puertas a otra dimensión al club de Arroyito. Es hora de barajar y dar de nuevo.
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Fotos: gentileza Prensa Rosario Central.
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