
Rosario Central perdió 3-1 por penales ante Unión por los 16avos de final de la Copa Argentina luego de empatar 0-0 en los noventa minutos reglamentarios. No tuvo ni alma ni actitud. Además estuvo lento, impreciso y previsible. Malcorra erró un penal. Mucho trabajo para Holan.
La Acadé mostró ante el Tatengue una de las peores puestas en escena del año ya que la mayoría de los jugadores directamente no entendió que afrontaban un encuentro eliminatorio y no hicieron absolutamente nada por revertir el curso del partido. Dicho de otro modo, se entregaron mansamente a los designios de Unión sin mostrar una pizca de rebeldía o actitud.
Solamente Fatu y Quintana le pusieron ganas a un partido donde Central nunca pudo superar la propuesta de Unión, un 4-4-2 bien compacto que no le dejaba espacios a Nacho Malcorra para crear juego. Jaminton Campaz jugó en una sintonía distinta al resto y jamás pudo asociarse con el Lord quien merece un párrafo aparte debido a lo mal que jugó.
Ignacio Malcorra es uno de los jugadores más desequilibrantes que tiene Rosario Central y cuando él no está bien lo siente el resto del equipo. Frente a Unión trotó la cancha durante todo el encuentro, no pudo romper nunca el cerrojo que le hicieron entre Mauricio Martínez y Mauro Pittón no generó juego y para colmo de males erró un penal que pudo haber sentenciado el partido. Jugando de ese modo no le sirve a Central.
El doble cinco dio una nueva muestra de que el modo en el cual se para en la cancha lo perjudica en lugar de potenciarlo. Está más que demostrado que Federico Navarro y Franco Ibarra se anulan mutuamente y que los partidos en los cuales se destacan son contados con los dedos de una mano.
Tomás O’Connor aún no es la solución adecuada para acompañar a un volante de marca (depende de Holan decantarse por Cachete o Fede) ya que su nivel decayó notoriamente desde el 2024 en adelante debido a una pubialgia extremadamente rebelde que lo tiene a maltraer. Tal vez sea el momento de buscar un player de propiedades similares a las del Colo Gil para conformar una dupla de diferentes características.
¿Qué quiso hacer Holan poniendo a Lautaro Giaccone de centrodelantero? ¿Una forma sutil y diplomática de protesta porque aún la dirigencia no trajo ningún nueve de área o sólo lo hizo para no desgastar prematuramente a Agustín Módica que no disputaba un partido oficial desde agosto del 2024. Las respuestas las conoce solamente El Profesor por ahora…
El Laucha jugó a contramano los 55 minutos que estuvo en cancha y no logró prevalecer nunca sobre los zagueros tatengues. Agustín Módica en un rato y sin jugar bien (se lo vio falto de ritmo debido a los meses de inactividad) hizo más que el extremo reconvertido en centrodelantero para este encuentro e incluso el penal se lo hicieron a él. Es más que obvio que Rosario Central necesita un nueve aunque la gran pregunta que se hace el hincha auriazul es por qué dejaron ir a Sebastián Ferreira…
Además de Broun y Quintana también rindieron aunque en menor medida y muy por encima de sus compañeros Enzo Giménez, Módica y Giovani Cantizano. El resto quedó totalmente aplazado lo cual lleva a preguntarse que medidas deberá tomar Holan para recuperar el rendimiento perdido ante la inminente llegada de Ángel Di María.
Hay tiempo para revertir la imagen dada en este encuentro y en cierto modo, más allá de la amargura del hincha, es mejor que todo haya ocurrido ahora y no en plena competencia. La Acadé debe mejorar bastante para encontrar su mejor versión y lograr integrar a un auténtico fuoriclasse como Fideo. Allí está el gran desafío de Holan con un sólo objetivo por delante: salir campeón.

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Buena nota
Muy buena información