Rosario Central sólo necesita empatar uno de los próximos tres partidos para clasificarse a la final de la Supercopa LPF. El Canalla es el mejor equipo de la temporada y también está peleando el primer lugar de la zona B con Riestra, Vélez y Lanús.
La Acadé está teniendo una temporada extraordinaria con unos números que asombran a propios y extraños, en un torneo largo ya sería virtual campeón por escándalo ya que le lleva nueve puntos al segundo (Boca Juniors) cuando quedan sólo nueve por jugarse además de haberse clasificado a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2026.
Habrá que remontarse en el tiempo para encontrar unas estadísticas tan favorables al Canalla, aunque dudo que haya realizado una campaña tan contundente como la actual salvo en la época en que Carlos Timoteo Griguol era el técnico y estableció una marca aún imbatida de treinta y cinco encuentros invicto como local entre 1973 y 1975. El extraordinario campeón de la temporada 86/87 le ganó el título a Newell´s Old Boys por tan sólo una unidad.
Y esto es sólo la punta del iceberg ya que el club de Arroyito parece estar viviendo un proceso de transformación y crecimiento continuos desde que volvió de la B Nacional en el 2013. El hincha antes se conformaba, ahora exige. Terminar liderando la tabla anual le dará al Canalla la clasificación a la final de la Supercopa LPF anteriormente conocida por Supercopa Internacional.
Para ello sólo necesita sumar un punto más en los siguientes tres partidos que le pondrán fin a la fase de grupos del Torneo Clausura. La Acadé depende de sí misma, aunque también puede terminar beneficiada por un traspié de Boca Juniors ya que el Xeneize no tiene margen de error: debe ganar sus tres encuentros y esperar que Central pierda sus partidos, prácticamente una utopía por lo que vienen mostrando uno y otro.
Rosario Central tiene unos números demoledores en la actual temporada que lo ubican en lo más alto de la tabla general mientras pelea por la punta de su grupo para clasificar en primer lugar a los playoffs del Torneo Clausura:
- 29 partidos jugados
- 17 victorias
- 11 empates
- 1 derrota
- 37 goles a favor
- 14 tantos en contra
Jugar una nueva final, la octava de estos maravillosos últimos doce años (¿la mejor época de Central en su historia?), es un premio para un plantel que no para de crecer y que debió reinventarse de la mano de Ariel Holan después de un pésimo 2024. No sólo lo hizo sino que estableció una distancia demoledora sobre el resto y ahora va por todo.

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