Los jugadores de la Acadé aún no vieron tarjetas rojas en lo que va de la temporada. La causa es la formación que tiene Ariel Holan en clubes de rugby y hockey donde la indisciplina está mal vista ya que es un perjuicio para el equipo.
El fútbol tiene muchísimo que aprender del rugby a nivel disciplinario ya que además de no respetar al rival (lo cual vale para todos) también se perjudican los equipos infractores debido a las inconductas que muestran en un campo de juego.
Un ejemplo: en el rugby cobran un penal en contra y si un jugador le protesta al árbitro la infracción se juega diez metros adelante de la pena original. El castigo obliga al autocontrol y cuando no se puede controlar se recurre a profesionales para corregir ese defecto.
En Buenos Aires, cuando no, se buscó instalar por enésima vez que Rosario Central es el equipo del poder. El periodismo Bover hizo alusión esta vez a que los players auriazules aún no fueron expulsados en lo que va de la temporada 2025.
Básicamente hay cuatro maneras de mandar a un jugador a las duchas: juego brusco, agresión a un rival, protestas desmedidas e insultos a un contrario o a los árbitros.
Rosario Central jugó treinta tres partidos en el año y nunca se vio a ninguno de los jugadores dirigidos por Ariel Holan en alguna de las situaciones descritas en el párrafo anterior. La indisciplina también da lugar a la desconcentración, algo que en el fútbol se puede pagar muy caro.
La indisciplina se come a cualquier plantel por dentro. La misma siempre es motivo de discordia además de ser una desventaja a la hora de jugar. Ser expulsado reiteradamente por juego brusco o por excederse en las protestas no es muy inteligente que digamos…
Juan Portillo debió haber sido expulsado frente a Rosario Central en el momento en que tomó del cuello a Fideo, Yael Falcon Pérez se lo perdonó y el volante en lugar de haberse calmado ante la indulgencia del árbitro, no tuvo mejor idea que revolear por los aires a Di María mostrando una nula inteligencia a la hora de jugar.
Para que esto ocurra es clave el aporte de Ariel Holan por su formación en clubes de rugby y hockey donde la inconducta está mal vista. Dejar a tu equipo con un jugador menos por un acto de indisciplina repercute en el rendimiento colectivo. Por ello es que los entrenadores hacen hincapié en el comportamiento. Y Central sabe como comportarse.

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