Franco Ibarra se adueñó de la mitad de la cancha

El buen nivel mostrado por Franco Ibarra hizo que se quede con el puesto de volante central sin importar el sistema táctico que Russo quiera utilizar. Su orden, inteligencia y vehemencia fueron determinantes para ser considerado. Nuevas perspectivas en materia ofensiva.

No fue un semestre fácil el que debió afrontar Rosario Central ya que a la caída en el rendimiento del equipo hay que sumarle los sinsabores de la Copa de la Liga y de la Copa Libertadores producto de esa merma en su desempeño. Uno de los puntos a resolver por Miguel Ángel Russo era la conformación del doble cinco para aportarle orden al equipo.

Miguelo probó distintas alternativas a lo largo del semestre en la mitad de la cancha, pero ninguna lo conformó del todo. Así se fueron turnando Kevin Ortíz, Tomás O’Connor, Mauricio Martínez y Jonatan Gómez, pero salvo el número 45 ninguno de ellos consiguió adueñarse del puesto. Franco Ibarra iba sumando minutos esporádicamente mientras se readaptaba al fútbol argentino ya que venía de jugar en MLS y allí se juega un fútbol menos físico y con menor intensidad que en el fútbol argentino.

El ex hombre de Argentinos se tomó su tiempo para comenzar a rendir y vaya sí lo está haciendo. Al equipo le aporta quite, distribución, ubicación y vehemencia. Las virtudes y defectos de Kevin Ortíz son conocidas por todos, pero su mayor debilidad es la ubicación ya que corre de un lado a otro de la cancha sin ningún tipo de orden desordenando, vaya paradoja, a sus compañeros. Con Ibarra esto no sucede ya que sus movimientos son muy ordenados y ello lleva a que sus compañeros mantengan la tranquilidad.

Franco puede formar un tándem con otro jugador o bien ser el único volante central del equipo. Russo debió apelar al doble cinco porque los volantes que elegía nunca le dieron las garantías necesarias para cubrir la posición. Ahora la situación es distinta ya que Ibarra se la banca perfectamente solito en la mitad de la cancha y ello serviría para liberar un cupo y colocar a otro delantero para acompañar a Agustín Módica. El orden que muestra Ibarra puede lograr que este Central sea más ofensivo.

Contra Peñarol primero debió jugar acompañado por Kevin Ortíz aunque en los últimos veinticinco minutos lo hizo sin compañía y allí se vio lo mejor del número 8 ya que jugó siempre con intensidad, inteligencia y ubicación. Bancó al mediocampo uruguayo y fue una rueda de auxilio permanente para sus compañeros. Y emocionalmente no vio desbordado nunca, lo cual es muy importante en esa posición para mantener la tranquilidad.

Si finalmente Russo opta por jugar con dos delanteros entonces el nuevo esquema sería un 4-1-3-2 que se puede mostrar más equilibrado respecto a lo visto hasta ahora. Y allí la presencia de Franco será fundamental para darle orden al equipo. Los problemas que Central mostró en el 2024 pueden llegar a arreglarse con la inclusión de Ibarra aunque la última palabra la tiene Miguel.

Franco Ibarra mostró inteligencia, vehemencia y ubicación en la mitad de la cancha.

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Fotos: gentileza Prensa Rosario Central


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Gonzalo Ferrer

Periodista, especializado en rugby, fútbol y Fórmula 1. Fui el encargado de la ovalada en LV12 de Tucumán desde 1993 hasta 1996. Edité efectosuelo.com.ar, blog sobre Fórmula 1 desde el 2019 hasta el 2023. Cubrí la histórica gira de los Springboks por Argentina en 1993. Acompañé al seleccionado tucumano de rugby en su era de mayor esplendor. Predije la llegada de Lewis Hamilton a Ferrari. También soy el autor de Formulamanía, blog sobre Fórmula 1.

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